Economía en sentido contrario: Banamex
Indicador Político
A la memoria viva de René Avilés Fabila
CIUDAD DE MÉXICO, 11 de octubre de 2016.- Pareció una escena sacada de El Padrino II: en el juicio en su contra con testimonios de su exaliado Frank Pentangeli, el Don, Michael Corleone, hizo entrar al hermano de Frank y lo sentó junto a su esposa Kay. En el sillón de interrogatorios, Frank entendió el mensaje y cambió su testimonio ante la furia del FBI acusador.
En el debate del domingo, Donald Trump colocó junto a su esposa Melania a mujeres que acusaron a Bill Clinton de abuso sexual y hasta de violación. Una fotografía muestra a un Bill con los ojos llameantes. Y en el foro, Hillary Clinton careció de autoridad moral para criticar el video en el que Trump en el 2005 tuvo frases hirientes sobre las mujeres. Trump dijo que ella había sido cómplice de los abusos sexuales de su marido.
El dato no es menor. En el primer debate, Trump afirmó que llevaba un arsenal de acusaciones contra los abusos sexuales de Bill Clinton pero que se contuvo porque en la primera fila estaba Chelsea, la hija de los Clinton. Y el domingo, a pesar de que Chelsea estaba junto a su padre, Trump destruyó la poca reputación de Bill Clinton y exhibió a Hillary como corresponsable de esos abusos, uno de los cuales le costó 10 millones de dólares de pago a la acusadora, como recordó Trump.
El segundo debate tuvo otros escenarios:
1.- La comunidad estadunidense se enfureció con las frases hirientes de Trump sobre mujeres cazafortunas, pero siguió guardando silencio sobre las violaciones de Bill, a pesar de un libro que se revela que Bill sigue abusando de becarias en su biblioteca personal de expresidente. En 1992 Hillary dijo que las acusaciones de abusos sexuales contra su marido eran una “vasta conspiración de la derecha”.
2.- La ola de presiones para que Trump renunciara a la candidatura por el video estuvo formada por miembros del establishment del poder real de los EE.UU., formado por miembros de los dos partidos, el poder el de los beneficiarios de contratos e intereses y los seis lobbies hegemónicos: militar, industrial, financiero, armamentista, de seguridad e israelí. Trump es un outsider o intruso en la red de intereses de la Casa Blanca.
3.- La campaña presidencial añadió un séptimo lobby: el de los medios de comunicación autodenominados progresistas pero en realidad guardianes del orden institucional del capitalismo industrial, favorecidos del sistema de redes de poder, el mismo subsistema del establishment que derrocó a Nixon en una alianza demócrata-republicana –el periodista del Washington Post Bob Woodward es republicano, tuvo entrenamiento en inteligencia y seguridad nacional y su fuente Garganta Profunda fue el subdirector del FBI–. La prensa liberal ha violado sus códigos de ética y equilibrio informativo intentando frenar a Trump porque el republicano se ha negado a responder a la dominación cultural de esos medios.
Al terminar el debate Trump siguió vivo y con posibilidades de ganar.
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The White House 2016: En las entrevistas previas al debate del domingo en la noche, la cadena CNN entrevistó a un operador de Donald Trump: el mexicano-americano Juan Hernández, que trabajó para la campaña presidencial de Vicente Fox y le abrió puertas en los EE.UU. Y lo interesante fue que Juan estaba furioso… contra Trump por el video de opiniones contra mujeres del candidato y pareció más del equipo de la demócrata Hillary…
Política para dummies: La política es el arte de esperar, esperar y esperar porque el que no espera, desespera… y pierde.
Sólo para sus ojos:
• Siguen las encuestas sobre el 2018 mexicano y el PRI sigue bajando. El PAN se perfila, como en el 2000, como la alternancia más confiable para la sociedad mexicana conservadora.
• Desconcierto en los mexicanos que condenaron la visita de Trump a Los Pinos porque el republicano sigue con posibilidades de ganar.
• No se apaga el escándalo del helicóptero en zona protegida de arrecifes que desató el senador Emilio Gamboa Patrón. El tema central es el de las relaciones estrechas con contratistas. Ahora han revelado el tema del yate.
• El dato es muy importante: con displicencia, mexicanos pro Hillary dicen que Trump no fue liquidado y sigue vivo en la campaña. Ello quiere decir, por aquello de las simpatías, que el ganador en realidad fue Trump, sólo que no lo quieren reconocer.
• Miguel Angel Mancera hace campaña con la envoltura de la leche regalada. Sí fuera Peña, ya lo hubieran desollado vivo. Así es la política de la complicidad y del populismo.
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