Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de octubre de 2019.- Hace muchos años que el país no iba tan mal en dos temas clave para medir la eficacia de un gobierno, economía y seguridad, que demandan una explicación seria de parte del Presidente.
Ya no más chistes y falsedades como “vamos requetebién”, “yo tengo otros datos” o “avanzamos hacia la paz”
El fracaso mostrado hasta ahora por el presidente López Obrador en economía implica que el país se empobrece.
Y el otro fracaso, en seguridad, se traduce en más muertos, más violencia, más asaltos, más secuestros, más extorsión.
La calidad de vida de los mexicanos ha caído en estos casi once meses del gobierno de Morena.
Cuando una persona fracasa en dos áreas fundamentales del trabajo que le encomendaron, y aún le quedan cuatro años y once meses al frente del cargo, lo lógico, lo sensato, lo racional es sentarse a pensar en qué se equivocó. Cuáles han sido los errores. Y corregir.
No parece ser el caso de nuestro presidente, por lo que es necesario hacerle ver que vamos mal, y no llevarle la corriente para evitar que se enoje.
El lunes se dio una nueva baja en los estimados de crecimiento de la economía para este año: de 0.5 a 0.2 por ciento.
Fuera de bromas y argucias de polemista, el presidente debe explicarle al país qué fue lo que pasó. Por qué México, en seguridad y en economía, está en la lona.
Cuando se llega al poder con el discurso de que el país no crecía lo suficiente por la corrupción que imperaba en el gobierno, hay que explicar cómo fue que bajamos del 2.5 anual al 0.2 por ciento de crecimiento.
Si la promesa es crecer cuatro por ciento promedio en el sexenio, que nos diga por qué este año estaremos en 0.2.
La caída de la economía nacional parece no tener freno, en un contexto de bonanza en Estados Unidos.
¿Qué va a pasar cuando la economía de nuestro vecino del norte decaiga en su dinamismo? No es difícil entender lo que ocurrirá.
Hoy, de los cuatro motores de la economía mexicana –gasto público, exportaciones, consumo e inversión-, sólo funciona uno: las exportaciones, es decir el TLC.
AMLO fracasó en su primer año de gobierno en materia económica. ¿Cómo va a hacer para corregir y que México levante el vuelo?
Hasta ahora no hay ninguna señal de que admita sus errores, y mucho menos que vaya a enmendar.
Eso no alegra a nadie, como suponen algunos, sino que nos hace poner los pies en la tierra.
López Obrador llegó al poder con la promesa de bajar la inseguridad y la violencia, pero la realidad nos dice que estamos peor que nunca.
¿Por qué, presidente?
¿En qué se equivocó?
No son preguntas para fastidiar, sino para encontrar soluciones.
Se haya votado o no por López Obrador, todos los mexicanos merecen una explicación de su parte para entender la zozobra y el desastre en que nos encontramos.
Lo que se observa es que él tampoco lo sabe ni lo admite, y ahí sí no hay posibilidad de revertir la tendencia.
Tres mil homicidios dolosos al mes. Y van en aumento. Él lo ve como un triunfo y su secretario de Seguridad como punto de inflexión de la violencia.
El autoengaño nos empuja cuesta abajo.
Este lunes un grupo armado emboscó y asesinó por la espalda a 13 policías en Michoacán. Una matanza de servidores públicos.
Ante esa tragedia la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, reaccionó con desidia: fue “un lamentable accidente”, pues son cosas que pasan “todos los días, a todas horas”.
Lo que nos está pidiendo el gobierno con tan lacónico mensaje es que nos acostumbremos a la bola de nieve de violencia y criminalidad. Hasta que nos toque.
El Presidente dice que su plan es “no responder a la violencia con violencia”. Con esa buena intención, le está entregando poder y territorio a las bandas criminales.
Y en economía nos dice, a través de la falta de explicaciones y de correcciones, que quiere un México más pobre y menos preparado.
La igualdad que buscan no es en
la prosperidad, sino en la pobreza y en la zozobra.