Llora, el país amado…
Indicador político
El escenario político-electoral del 2024 está entrando en una nueva fase de realineamiento de fuerzas: el bloque neoconservador del PAN-PRD-Coparmex-Claudio X. González rompió con el PRI y se acomodó más a los grupos de viejos políticos que están vendiendo su alma a cambio de una posición electoral y el PRI podría estar armando una coalición centro-progresista con Morena.
El PRI como bloque político homogéneo o cuando menos cohesionado por su dominio electoral de cargos públicos entró en colapso en 1987 con la salida de Cuauhtémoc Cárdenas y toda el ala poscardenista aliada con el viejo Partido Comunista Mexicano, el nacimiento del PRD como partido cardenista tardío y la división de Morena.
Paulatinamente, los viejos grupos políticos en busca de cargos públicos están reconstruyendo el discurso de 1994 de que el proceso electoral –entonces por el EZLN– se enfilaba hacia un “choque de trenes” que desbancaría el proceso de construcción muy lento de reglas democráticas que eventualmente pudieran sentar las bases de un régimen democrático. El presidente Salinas de Gortari no compró esa argumentación y dejó al entonces famoso Grupo San Ángel sin escenario de construcción de un acuerdo de transición de sistema político.
La argumentación del Señor X. como la mente estratégica para construir una alianza plural entre extremos ideológicos es la misma de 1994: el miedo a una ruptura institucional, el endurecimiento del régimen, las calles violentas por las protestas y el camino de la cesión del poder a una coalición de centro-ultraderecha comandada nada menos que por la Coparmex como sindicato patronal ideológico. De manera oportunista, el PRI se sumó a la coalición Va por México y con ello logró una buena camada –más de la mitad– de asientos en la Cámara de Diputados en 2021, pero sin comprometer la defensa del discurso ideológico antiestatista del Señor X, y los patrones en busca del poder.
La hegemonía de partido dominante se terminó en 1988 con el 50% de votos al candidato del PRI y desde entonces solo López Obrador ha logrado recuperar el nivel de mayoría absoluta con 53% de los votos. En 1988 se creó el Frente Democrático Nacional, en 1994 se realizaron las alianzas partidistas ante la debilidad del PRI y el grupo San Ángel no pudo ser el pivote coalicionista, en el 2000 Fox buscó un acuerdo de transición con Cárdenas y la negativa del PRD benefició la alternancia al PAN, en el 2006 López Obrador construyó la coalición por el bien de todos, en el 2012 de nuevo López Obrador armo el frente progresista y en 2008 Morena afianzo el bloque juntos haremos justicia.
El PAN y el PRI carecieron de enfoques audaces en la estrategia política y la inteligencia coyuntural de Manuel Camacho Solís alineó al PRD en el grupo Movimiento Progresista que quiso reproducir las coaliciones izquierdistas sudamericanas. En el 2018, el PAN se alió al PRD sin construir un discurso político coherente y el resultado no fue siquiera la suma de votos entre ambas corrientes, sobre todo porque Ricardo Anaya excluyó a los perredistas de la oferta de un verdadero Gobierno de coalición.
La única decisión del PRI en el siglo para reconstruir una nueva base política fue el Pacto por México de diciembre del 2012, pero ya con Enrique Peña Nieto en la presidencia y no en la campaña electoral, además de que se trató de un programa inmediato de reformas que no se llevó siquiera a consulta electoral.
El escenario 2024 está planteado para una confrontación de proyectos ideológicos: en una esquina, el neoconservadurismo neoliberal comandado por Coparmex-Señor X., fortalecido por el PAN y presentando al PRD como coartada; y en la otra esquina, el progresismo social con vestimenta neopopulista y sin modificar la estructura neoliberal de la economía que estaría ofertando Morena como espacio de acuerdo con el PRI que se debate en una complicada mixtura de progresistas de discurso histórico y neoliberales de bandera económica. En este contexto, la elección podría resumirse en una disputa muy sencilla: democracia (bloque neoconservador) o bienestar (bloque neopopulista).
Por lo pronto, mientras Morena está convenciendo al PRI de construir un programa social conjunto, Coparmex y el Señor X han creado una nueva coalición neoconservadora llamada Unid@s y sus propuestas se circunscriben solo a la lucha por el poder: unidad de votos, candidatura presidencial única, método de selección del candidato presidencial, candidatos de unidad a puestos de elección y Gobierno de coalición.
Este sería el ring del 2024.
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Política para dummies: La política es poder, pero no funciona sin bienestar.
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