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Nearshoring, gran oportunidad que MiPyMEs no deben perder
Hacia el 1-J
OAXACA, Oax. 3 de junio de 2018.- Obvio que no es lo mismo observar y hablar de la política y su eficacia desde arriba que desde abajo, desde el poder o la sociedad.
Desde el poder, por ejemplo, se observa que en Colombia el Presidente Santos ha perdido influencia y peso ante su principal adversario, el expresidente Álvaro Uribe.
Allí, Santos apenas ganó su reelección hace 4 años pero Uribe lo consiguió en su primera elección en 2002, su reelección en 2006, hizo ganar a su candidato –Santos– en 2010 y lo derrotó en el referéndum sobre los acuerdos de paz en 2017.
Ahora, en 2018, influyó en el triunfo en primera vuelta de Iván Duque, quien es muy probable que consolide su éxito en segunda vuelta en fecha próxima.
La apuesta de Santos al distanciarse de Uribe y gestionar la paz le retribuyó en el exterior con el Premio Nobel pero le restó peso político hacia adentro del país.
Desde el poder, me permito insistir, en México el Presidente Peña Nieto ha sido de los más eficaces, como la ha sido, por ejemplo, José Murat en Oaxaca o los Moreira en Coahuila, no así otros muchos actores en varios estados.
En el caso de Peña Nieto, en 18 años lo ha conseguido todo, desde su acceso y ejercicio en el gobierno del Estado de México durante dos sexenios hasta su periodo presidencial que concluye el próximo noviembre.
En términos generales, Peña Nieto ejerce y mantiene influencia por lo que, aunque José Antonio Meade fracase en su intento por acceder al poder, es posible que el Presidente no pierda.
Al menos, no tanto como perdieron Salinas, Calderón y Fox. Más aún, quizás junto con el exPresidente Ernesto Zedillo gane bastante más que aquellos.
Cabe notar que en Oaxaca José Murat ha ganado cuatro elecciones para gobernador desde 1998 y seguramente ya prepara la siguiente.
Los Moreira, por su parte, las han ganado todas desde hace década y media. ¿Algún otro ejemplo similar?
El poder es ese conjunto de relaciones e interacciones de influencia y decisión cuyo grado se mide no solo por la posición que se detenta y lo que representa sino por lo que realmente se logra o no en condiciones específicas.
Visto así, los logros político electorales de Peña Nieto son considerables y podrían replicarse en 2018, así pierda el candidato del partido que lo llevó a la Presidencia.
En el caso de López Obrador, ha ganado una sola elección de gobernador en 2000, y ha perdido dos más, pero ninguna desde el poder.
Si gana en julio, sus indicadores comenzarán a incrementarse.