El debate por la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez

El sábado que acaba de pasar, día 25 de mayo, se llevó a cabo, como todos ustedes saben, el debate de los candidatos que contendemos por la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, la ciudad más bella del mundo. Organizado por el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) y llevado a cabo en las instalaciones de la Universidad Vasconcelos, el debate permitió a la ciudadanía observar con detenimiento, durante más de dos horas y media, a ocho de las nueve candidaturas.

Que no quepa duda: el ganador de este debate fui yo. Lo digo sin jactancias ni huecas vanaglorias, simplemente como lo que percibí al término de la intensa jornada sabatina. Mientras otros candidatos se diluyeron en descalificaciones mutuas o fórmulas consabidas, lo que a mí me interesó fue proyectar la seriedad de mi compromiso para gobernar un municipio cada día más complejo y con necesidades de desarrollo cada vez más ambiciosas. Y eso es lo que me dio el triunfo.

En el tema del manejo hídrico, dije que ante la escasez de agua y la sequía que estamos enfrentando en lo inmediato y los estragos que se ven venir del cambio climático global, es indispensable tomar acciones conjuntas entre los diferentes niveles de gobierno. Al gobierno municipal le toca establecer acciones de gobernanza para asegurar que los esfuerzos federal, estatal y local en materia hídrica verdaderamente confluyan en lo que realmente le importa a la gente: que al abrir la llave salga agua potable de calidad. Si la sociedad me da su confianza, dije, tan pronto asuma el cargovoy a declarar a la ciudad de Oaxaca como zona de emergencia permanente del agua, presentando de manera concomitante un Plan Maestro Hídrico y de Sustentabilidad para el municipio. 

En materia de seguridad pública dije que es tiempo de recuperar la armonía social y que en ese sentido es urgente instrumentar medidas de prevención del delito. ¿Cuántos parques públicos son atractivos para que puedan estar las familias de Oaxaca? Hay un abandono total, no tienen alumbrado, no hay seguridad. ¿Cuánta inversión hay en el tema deportivo o en el tema de la cultura? Acciones transversales son las que se necesitan, porque la seguridad pública no es únicamente un tema policiaco, mismo que por cierto necesita también atenderse, sobre todo en términos de las condiciones de trabajo y prestaciones de los policías municipales.

La gentrificación también fue un tema importante en el debate y lo que quise transmitir es que se trata de un fenómeno de la globalidad que tenemos que comprender y con el que debemos aprender a convivir. La gentrificación es, con razón, fuente de gran preocupación de la ciudadanía, pero es también una oportunidad de desarrollo que no podemos negar. ¿Qué tenemos que hacer? Nuevos ordenamientos, entendiendo que es un fenómeno mundial. No hay ninguna capital del mundo y menos las ciudades que, como la nuestra, son patrimonio de la humanidad, que no tenga el mismo problema. No lo ideologicemos. Es una situación que debemos entender y encontrar resultados como sociedad.

En el último tema, el combate a la corrupción y la transparencia gubernamental, comencé diciendo que la corrupción empieza con estas campañas políticas que hemos estado viviendo y el excesivo gasto de los candidatos, a la vista de todos. Como diría el clásico: “¿Quén pompó?” ¿Qué compromisos, qué intereses hay atrás de eso? Esa es la base de la corrupción, porque cuando se llega al gobierno hay que pagar favores. Si la sociedad me da su confianza el próximo 2 de junio de ser su presidente municipal, hay tres áreas, las más sensibles porque tienen que ver con el dinero —obra pública, tesorería y contraloría interna—, que vamos a poner a consideración de los diferentes sectores, sobre todo a través de las cámaras. Porque no tengo intereses con nadie.

Este 2 de junio, dije en mi mensaje final, tenemos una cita con la historia. Es una elección inédita en la que se está jugando el futuro de México, en todos los órdenes, y en particular el futuro de nuestra ciudad. Sin duda, la autoridad más cercana al pueblo es su presidente municipal y, si la sociedad me lo permite, yo quiero ser recordado, en tres años a partir del 1º de enero de 2025, como el presidente municipal que más ha hecho por Oaxaca de Juárez en toda su historia. Ese es mi objetivo y me he preparado a conciencia para gobernar la ciudad más bella del mundo. Denme su confianza y este 2 de junio voten por el PRI o voten por el PAN. ¡Cuidar, Curar, Sanar Oaxaca!