
México no se arrodilla ante EU, ya está postrado ante el narco
El 2 de marzo, la cúpula empresarial elegirá a quien reemplace a Carlos Salazar en el CCE, el organismo de mayor jerarquía y representatividad de los organismos de hombres de negocios. Los candidatos, Francisco Cervantes y Bosco de la Vega, han suscrito un compromiso de respeto y de civilidad ejemplar. Dos estilos, dos tonos, dos posturas distintas.
Las empresas y los empresarios pasan por momentos particularmente difíciles. No es un tema de simple incomodidad por las formas y dichos del gobierno y de su presidente. Es la situación como tal. No sólo las variables preocupantes de la economía o un entorno internacional incierto, también es la precaria legalidad con la que cotidianamente deben lidiar, asunto que viene desde hace tiempo y preocupa más ahora por el avance territorial y sectorial del crimen organizado y una creciente venalidad de autoridades locales y federales.
El dilema de las cúpulas empresariales es diferente al del empresariado de base. De hecho, muchas de las empresas son muy pequeñas, pobres, sin respaldo crediticio bancario y con frecuencia informales y, por lo mismo, expuestas a la extorsión de autoridades y de criminales. Hay un mundo de diferencia entre las grandes y las micro y pequeñas empresas. Cabe señalar que el bienestar y el empleo se generan en los negocios pequeños.
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