Paloma Sánchez-Garnica, premio Planeta 2024, y Beatriz Serrano, finalista
Hace 73 años, mientras removían los escombros dejados por un terremoto, hallaron La Momia de Guano, en Ecuador. Hoy, en torno de ella se abre una gran incógnita: A quién pertenece, quién es realmente.
De 156 centímetros, con ancho de tórax de 36 centímetros y cabeza de 32 centímetros, la momia fue hallada en 1949 y, por su estado natural de momificación, se convirtió en el primer cadáver en su tipo, describe EFE este viernes 5 de agosto de 2022.
Se creía que la momia pertenecía al fray Lázaro, quien desde mediados del siglo 16 había sido el guardián de la iglesia y del antiguo convento de la Asunción, ubicado en la población de Guano.
Desde Guano, en la provincia del Chimborazo, estos años se asumió que tras enfermar y morir, el cuerpo del fray fue sepultado en los muros del convento.
La creencia la compartió a EFE la directora de Investigación e Innovación del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), María Ordóñez, quien participó en el nuevo estudio, que arrancó en 2019 con la participación del científico francés Philippe Charlier.
Ahora, un reciente análisis a su vestimenta que ha hecho tambalear la creencia de que pertenecía al fraile español Lázaro de Santofimia.
«No sabemos» quién es, confiesan los expertos.
Ordóñez y Charlier ampliaron estudios realizados por la National Geographic, que entre 2013 y 2014 sacó radiografías de la momia, y por la Universidad San Francisco de Quito, que en 2019 hizo tomografías «para tratar de entender a un nivel más allá de lo visible todas las patologías que tenía este individuo».
Las primeras conclusiones del nuevo estudio dan cuenta de un caso bastante temprano de artritis reumatoide, y que la causa de muerte probablemente está ligada a una infección bucal muy fuerte, que tiene además relación con el pañuelo que tiene la momia en la cara.
El INPC tomó muestras de la ropa pues «la manera en que está hecha, habla mucho del momento histórico», dijo Ordónez, doctora en arqueología por la Universidad de Leiden (Países Bajos), al anotar que preparan ya un artículo sobre el tema para su publicación oficial.
Sumando la datación de carbono 14 -que arrojó un rango entre 1735 y 1802- y el estudio del tipo de prendas, «de algodón, algunas hechas a máquina», se ubica a la persona «en un período en el que ya está empezando una cierta industria del textil», explicó.
«La ropa que usa puede ser de una persona del clero, que habitaba en ese espacio, pero no necesariamente de san Lázaro», que vivió en 1600, especifica.
– Con esos datos, entonces… ¿quién es la momia?, pregunta EFE.
– «No sabemos, un personaje, puede haber sido un miembro del clero, como puede haber sido una persona asociada con el convento», responde.
Quizá nunca se sepa quién es la momia, dice la también máster en antropología forense por la Universidad de Cranfield (Reino Unido), al avanzar que el análisis del ADN apunta a una ascendencia mixta.
La nota completa en Qué Noticias