Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de octubre de 2019.- El protocolo militar es muy formal. La agenda del titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, por tanto, es muy rígida. Salvo las emergencias todo está programado con mucha anticipación. El desayuno de este martes, en instalaciones oficiales, con generales retirados se dispuso hace varias semanas. Lo novedoso es que asistieron muchos más que los invitados, casi quinientos.
Estos desayunos tienen como objeto un acercamiento con el alto mando. Y la verdadera intención del general Luis Cresencio Sandoval es concederles importancia, escucharlos, tenerlos cerca. Lo que no había sucedido en varios años.
La edad de retiro en el Ejército es reglamentaria. Exacto el día del cumpleaños. En ese momento quienes dieron toda su vida a las fuerzas armadas, quienes comenzaron de 14 o 15 años en el H. Colegio Militar, hasta ascender a lo que conocemos como “alto mando”, dejan de ser. Su vida cambia radicalmente. Dejan de tener obligaciones. Y, obvio, dejan de ser útiles para la institución que sirvieron sin descanso.
Cuando les llega el día de retirarse son todavía muy jóvenes, los divisionarios a los 65 años. Más jóvenes que el primer mandatario. Y sufren una especie de “olvido” de quienes fueron sus subordinados y ahora son jefes. Esto, que es muy injusto, el general secretario ha intentado cambiarlo. Por eso se reúne con ellos, para reconocerles el valor de su antigüedad, de su experiencia.
El desayuno de este martes fue uno más de los que ha encabezado el general Sandoval. De cara a los hechos recientes en Culiacán, Sinaloa, los discursos oficiales fueron distintos.
Con la solemnidad propia del uniforme.
El orador por los generales retirados fue el general de división Carlos Gaytán Ochoa. Un hombre de privilegiada inteligencia que fue, entre otros cargos, subsecretario de la SEDENA, y cuyo nombre se pronunció, en su día, como uno de los serios aspirantes a convertirse en secretario. Por lo tanto, no puede imaginarse siquiera una palabra suya fuera de lo institucional.
Lo que dijo, textual, fue que estaban muy preocupados por lo que sucede en el país. Supongo que de igual forma que otros millones de ciudadanos lo estamos legítimamente.
Preocupados. Ese fue el adjetivo que utilizó.
Para, a continuación, expresarle todo su apoyo, suyo, en nombre de todos los generales retirados ahí presentes, al general Luis C. Sandoval. Lo que no puede sino agradecerse porque, lo sabemos, son momentos difíciles al interior de las fuerzas armadas, por el gran cambio que encabeza responsablemente el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional. Y que tiene que permear a todos los mandos.
No es fácil entender que deben retirarse. Que deben entregar sus armas. Que deben dejar en libertad a un criminal.
En este apoyo, obvio, iba implícito un gran apuntalamiento a las políticas del presidente López Obrador. El general Gaytán dijo que todos los ahí presentes sabían lo difícil que era intentar pacificar una región y mucho más al país. Por su parte, el general Sandoval habló de la cotidianidad militar. Como hace en estos encuentros, cordiales, donde va más que nada a escuchar a quienes tuvieron responsabilidades muy cruentas, a quienes fueron jefes, a quienes respeta por su antigüedad.
En ningún momento hubo otro tipo de expresiones.
Fue un evento privado. Con la asistencia de los generales retirados y el general Sandoval.
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