Los fantasmas de Toño Malpica llegan a la FILO
✍🏻✍🏻 Apunte Diario sobre Letras Hipnóticas
Inventor del submarino, alquimista Cornelius Drebbel
¡En 1619!
El Misterio del Submarino y el Hombre Mágico
Había una vez, en la ribera del río Támesis en Londres en 1621, un espectáculo que desafiaba la lógica y asombraba a miles de personas. El bote, con remos ocultos y techo cerrado, se hundió bajo la superficie del río, dejando perplejos a aristócratas y plebeyos por igual. Pero lo más sorprendente fue que, después de tres horas, la tripulación emergió ilesa, contando una historia de remo en las profundidades del río a su voluntad.
El responsable de este prodigio era un hombre misterioso de origen holandés, Cornelius Drebbel, cuya dedicación a la ciencia lo llevó a inventar el primer submarino. Aunque su genialidad fue reconocida por científicos de renombre como Galileo Galilei y Johannes Kepler, Drebbel nunca alcanzó la fama de sus contemporáneos. Nacido en 1572 en Alkmaar, Países Bajos, Drebbel demostró su habilidad para la invención desde temprana edad, especialmente en el campo de la química.
La fama de Drebbel creció cuando fue invitado a trabajar en la corte del rey Jacobo I de Inglaterra en 1606. Fue allí donde comenzó a idear el submarino, sumergiéndose en el estudio de la esencia vital del aire para permitir a los tripulantes respirar bajo el agua. Su genialidad atrajo la atención de figuras prominentes como Robert Boyle, quien quedó fascinado por los logros de Drebbel.
A pesar de su genialidad, Drebbel nunca recibió el reconocimiento merecido y, tras enfrentar dificultades y un despido injusto, cayó en la pobreza. Su indiferencia hacia las circunstancias mundanas y su dedicación a la observación y el conocimiento lo convirtieron en un personaje enigmático y solitario.
Acordeón
Cornelius Jacobszoon Drebbel (1572 – 17 de noviembre de 1633) fue un ingeniero e inventor neerlandés. Fue el constructor del primer submarino operativo en 1620 y un innovador que contribuyó al desarrollo de los sistemas de medición y control, la óptica y la química.
Drebbel cobró fama por su invención en 1619 de un microscopio con lentes convexas.
También construyó un submarino en 1620 mientras trabajaba para la marina inglesa. Basándose en los diseños de William Bourne de 1578, construyó un submarino dirigible con una estructura de madera recubierta de cuero. Entre 1620 y 1624 Drebbel mejoró el diseño y construyó dos nuevos submarinos, cada uno mayor que el anterior. El modelo final (el tercero) tenía 6 remos y podía transportar 16 pasajeros. Este es el modelo que se enseñó al por entonces rey de Inglaterra, Jaime I en una presentación a la que también asistieron miles de londinenses.
Durante esta presentación, el submarino se mantuvo sumergido durante tres horas y se trasladó desde Westminster a Greenwich ida y vuelta, a una profundidad entre 12 y 15 pies (4-5 metros). El propio rey participó en la travesía junto con Drebbels, convirtiéndose en el primer monarca en viajar en submarino. Aunque el submarino se probó en distintas ocasiones con éxito, no logró el entusiasmo del almirantazgo y nunca fue utilizado como nave de guerra.
Drebbel también inventó una incubadora de pollos con un termostato de mercurio que permitía mantener la temperatura constante. Se trata del primer sistema con controlador del que se tiene constancia.
Intentó sin éxito aplicar el mismo principio para crear un sistema de aire acondicionado. También se le concede a Drebbel el mérito de la invención del primer termómetro
Dentro del campo de las especulaciones, se cree que Drebbel fue capaz de desarrollar un proceso para la producción de oxígeno, probablemente a partir de nitratos. Drebbel conoció al alquimista Miguel Sendivogius, probablemente cuando ambos estuvieron en la corte de Rodolfo II, quien le explicaría cómo obtener oxígeno a partir de ciertos nitratos calentados. La fuente de esta especulación es Robert Boyle, quien en 1662 escribió que había charlado con un excelente matemático que había estado en el submarino de Drebbel y que le contó que este tenía un licor químico que sería capaz de reemplazar la quintaesencia del aire,acariciando la llama vital que reside en el corazón.
A pesar de sus invenciones, Drebbel pasó el final de su vida casi en la pobreza, regentando una cervecería en Inglaterra.
Cornelius Drebbel murió en 1633, sin que el mundo comprendiera plenamente su genialidad y contribución a la ciencia. Su legado como el inventor del primer submarino y su enfoque inquebrantable en la búsqueda del conocimiento perduran hasta hoy.
Que esta historia nos inspire a valorar a aquellos que, como Drebbel, se adentran en la oscuridad de lo desconocido para traer al mundo invenciones y descubrimientos que desafían nuestra comprensión. Que su ejemplo nos recuerde la importancia de reconocer el talento y la pasión científica, incluso cuando no encajan en los cánones establecidos.
¡Descubramos los misterios que el mundo nos presenta y celebremos a aquellos valientes que se atreven a desafiar las limitaciones de lo conocido!
Imagen: El submarino de 12 remos en el río Támesis, pintado por G.H. Tweedale.
Fuente: Philip Ball