Día 17. EU perdió control del mundo el 9/11 y el Capitolio 2021
ESPRESSO COMPOL
“Los priistas estamos obligados a hacer una profunda y seria reflexión sobre lo que ocurrió en la jornada electoral…” esta frase ha sido repetida tanto después de cada proceso electoral que ya resulta aburrida.
Pero, cuando la mencionó Manlio Fabio Beltrones el 21 de junio de 2015, resonó fuerte y sacudió a la militancia priista de la época: en un acto inesperado, Beltrones presentó su renuncia a la dirigencia nacional del PRI.
La causa de su renuncia fueron los hechos del 5 de junio de 2016: la debacle electoral en la que el PRI perdió las gubernaturas de Chihuahua, Aguascalientes, Durango, Tamaulipas, Quintana Roo y Veracruz. Así, quedaba como el gran damnificado de la derrota priista, el tan temido como amado, pero siempre respetado Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Al presentar ante el Consejo Político Nacional priista su renuncia, Manlio mencionó las palabras: Congruencia, compromiso, servicio, disciplina.
Las cuales hoy rescato porque para la actual dirigencia nacional que encabeza Alito Moreno, pues son absolutamente desconocidas. Y no solamente el famoso Alito sino también quien es diputado federal electo y dirigente priista en Chihuahua, Alejandro Domínguez.
En contraste con lo realizado por Manlio, quien tuvo decencia y dignidad política, ambos dirigentes priistas, pues no tienen ni una ni la otra, ya que a pesar de los malos resultados se aferran a sus cargos y buscan dar un madruguete para quedarse más tiempo al frente del otrora partido todopoderoso.
El próximo sábado Alito Moreno intentará cambiar los estatutos del PRI para poder reelegirse y quedarse al frente de la dirigencia nacional.
Pero, en el caso de Chihuahua, Domínguez anunció con total desfachatez y descaro que él se queda hasta el 2026, a pesar de los pésimos resultados electorales.
Aquí la comparación. Los números son fríos y hablan por sí solos:
Cuando el líder del priismo chihuahuense era el dos veces exdiputado federal Omar Bazán Flores la votación estatal del PRI para diputados locales fue de 248,784 votos totales para elegir diputados.
Desde que Alejandro Domínguez asumió como dirigente los números siempre han venido a la baja.
En los cómputos oficiales de la jornada electoral del pasado 2 de junio para elegir diputados locales, el PRI sólo llegó a 162,124. Y como las matemáticas no fallan el PRI que dirige Domínguez tuvo 86,660 votos menos.
Lo mismo pasa en la votación de ayuntamientos. En 2018, cuando Omar Bazán era el mandamás priista los números fueron mucho mejores que en este 2024.
En la elección concurrente de 2018, los cómputos arrojaron que el PRI solito y su alma tuvo 236,953 votos.
¿Qué pasó en 2024?
Según declaraciones de la actual dirigencial estatal, la votación del PRI creció 200%. Según la realidad, y no el mundo de caramelo de Alex Domínguez, en la votación para ayuntamientos del 2 de junio pasado, los números quedaron así:
El PRI obtuvo 156,810 votos en todo el estado para la elección de ayuntamientos. Es decir, la actual dirigencia priista, miente una vez más: en comparación con la elección de 2018, el PRI obtuvo 80,143 votos menos.
Entonces, aquí podemos comparar el nivel de personajes que son el par de Alejandros que dirigen al PRI en México y en Chihuahua: ninguna pizca de decencia, ni de congruencia, ni compromiso con la militancia, pero si de servirse con la cuchara grande y de gran disciplina solamente con sus intereses.
Nada que ver, la decencia que tuvo Manlio Fabio Beltrones hace 8 años para dimitir por las derrotas priistas con el cinismo y descaro de Alito Moreno y Alex Domínguez.
Donde sí se vio congruencia y compromiso, es con el aliado Partido Acción Nacional: su líder estatal Gabriel Díaz, el famoso “Gabo” anunció que no buscará a la reelección (a la que tiene derecho) porque las cuentas, aunque buenas, no fueron las que él prometió: en Gabo vemos congruencia y sobre todo dignidad política.
Gabo entregó cuentas buenas para la alianza PAN-PRI-PRD en Chihuahua, pues ganó 14 distritos locales y las alcaldías de Chihuahua, Delicias, Camargo, entre otras; así como los dos distritos federales de la capital. Sin embargo, no cumplió con lo prometió a la militancia panista y ha anunciado que no buscará reelegirse como dirigente.
Congruencia absoluta y decencia total. Tras anunciar esto invitó a los panistas a reflexionar (como lo hacen todos los dirigentes después de un proceso electoral adverso) y dejó clara una lección: la reflexión es más obligada cuando se arrasa que cuando se pierde la confianza ciudadana.
Así, Manlio Fabio Beltrones y Gabo Díaz han dado ejemplo a sus militancias, mientras Alito y Alex Domínguez siguen chamuscando su imagen y achicando a la cada vez más escasa militancia priista.
ESPRESSO COMPOL
Joe Biden está en una crisis de imagen que no pudo resolver con el debate del pasado jueves. Simplemente acrecentó el problema y lo debilita ante un Donald Trump fanfarrón que luce más sano y capaz. Sin embargo, Biden puede hacer un regreso que deje esta crisis atrás, como le sucedió al republicando Ronald Reagan, en su primer debate con Walter Mondale en 1984.