Diferencias entre un estúpido y un idiota
Cipriano Flores Cruz
OAXACA, Oax., 8 de abril de 2018.- Es indudable que cada Estado de la Federación mexicana jugará un papel distinto en las elecciones nacionales del primero de julio próximo, la pregunta que nos debemos hacer es saber el papel de nuestro Estado en la definición nacional de la corriente política llamada a gobernar en los próximos seis años.
Con un listado nominal de más de dos millones ochocientos mil electores, Oaxaca es un Estado que llegado al caso puede definir la elección presidencial.
Con una participación electoral esperada de más o menos un millón ochocientos mil votantes para el día de la votación, es decir, un millón de oaxaqueños ejercerán su derecho de no votar, Oaxaca será estratégica para los diversos candidatos a la Presidencia de la República.
La disputa por un millón ochocientos mil electores por los doce partidos políticos, nueve nacionales y tres locales, lo vuelve un fenómeno digno de escribir algunas hipótesis de acuerdo a los antecedentes más inmediatos registrados en los últimos tres años.
De territorio priista, con un intervalo de mayoría de la alianza PAN-PRD-MC-PT, se ha pasado a la tendencia de dominio de MORENA de acuerdo a las más recientes encuestas de intención del voto.
Oaxaca ya se considera como territorio morenista, lo que se discute en este partido es la cantidad de votos que puede obtener Andrés Manuel López Obrador que es postulado por los partidos MORENA, PT, PES.
Algunos le apuestan novecientos mil votos, es decir, más o menos el 50% de la votación, otros en cantidades menores pero con alta votación para esta coalición y de su candidato presidencial. Si esta hipótesis se cumple Oaxaca será de los Estados que mayor porcentaje le otorgará el respaldo al candidato de la coalición de AMLO.
Sin embargo, como segunda hipótesis se puede sostener que tal porcentaje de votación no se reflejará en los candidatos al Senado de la República, en las diputaciones federales y locales, así como en los municipios de la entidad.
Esto obedece a que tales candidaturas no fueron procesadas con pulcritud, razón de mérito, razón democrática, equidad, justicia y valores éticos. Pudieron más intereses particulares, de grupo, intereses estratégicos, ambiciones y pasiones de momento.
Esta coalición no procuró postular a las mejores y mejores oaxaqueños sino a personajes que llevan en su frente intereses, votos, apoyos, sentimientos de afinidad, incluso afinidades de familia.
Además de integrar a personajes bastante conocidos por su inmoralidad, ambición desmedida, desprestigio, falta de ética pública y de actuaciones ligados a la corrupción en el servicio público. Al ubicar a cada personaje en el ámbito municipal, distrital y estatal resaltarán estas condiciones lo cual hará del electorado un sujeto con voto diferenciado, sobre todo en las ciudades.
Salta a la vista una tercera hipótesis, la coalición gubernamental que agrupa a los partidos PRI-PANAL-PVEM no se le puede negar la posibilidad de ocupar el segundo lugar de la contienda electoral, pero una segunda posición a veinte puntos del primero no es un lugar de honor, además con la posibilidad de perder el segundo lugar en la disputa por el Senado por los errores de cálculo y de postulación por parte de la familia Murat.
El manoseo de las candidaturas a presidentes municipales, diputados locales y federales, así como la disputa por la dirección del partido por el gobierno, no le auguran a esta coalición buenos resultados.
Una unidad resquebrajada, falta de respeto a la militancia, un gobierno que se ha tardado demasiado en dar buenos resultados, candidatos mediocres, salvo excepciones, la disputa entre los exgobernadores, José Murat y Ulises Ruiz, e injusticias en las postulaciones, no se puede asegurar éxito para esta coalición.
Así de grave está el panorama para esta coalición del gobierno.
Dadas las disputas internas del PRD y PAN, además de la casi inexistencia del MC, se puede formular una cuarta hipótesis: esta coalición está condenada al fracaso, salvo el caso del Senado que puede dar la sorpresa.
El fracaso de su unión en el gobierno de Gabino Cué Monteagudo está muy fresco en la conciencia colectiva del ciudadano oaxaqueño, haber dejado desfondado materialmente el Estado no es fácil de olvidar.
De los tres partidos locales, el PUP, PSD y PMR, se puede sostener una quinta hipótesis, si no trabajan con estrategia, pulcritud, profesionalismo, transparencia, con propuestas novedosas, convenciendo al electorado de su seriedad, honestidad, integridad, poco se puede esperar de estos partidos, su desaparición en el escenario electoral estará sellada.
Lo bueno del caso es que dependen de sí mismos, aunque, para el caso del PMR, existen personajes que están dispuestos a no dejarlo pasar, sólo la persistencia, valor, coraje y firme voluntad de su dirigente, Lupita Díaz, ha sido posible ir sorteando las dificultades de los embates desde posiciones de poder. Mis estimados lectores aquí están mis hipótesis, sólo espero que mi intuición política no me falle.