Una semana intensa y…
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de agosto de 2019.- Ya despacha como presidente nacional del PRI, cargo que alcanzó con poco más del 80 por ciento de los votos de la militancia. Se trata, como saben, de Alejandro Moreno, el gobernador de Campeche con licencia, que arrasó en la contienda para buscar la dirigencia de su partido.
Llegó al cargo en el peor momento de la historia del PRI, partido que por segunda ocasión perdió el poder presidencial. Por eso ganó la promesa de Alito, de recuperar las viejas glorias del añoso partido tricolor que hoy apenas y gobierna 12 entidades federativas y un puñado de congresos locales.
Sin embargo, Alito –como lo motejan en su estado natal–, también legó a la presidencia del PRI portando “el sambenito” de que la suya será una gestión cobijada por el manto poco deseado del presidente López Obrador y del partido Morena.
¿Realmente Alejandro Moreno entregará el PRI al gobierno de López Obrador? ¿Permitirán los liderazgos priístas una traición de esa naturaleza?
Aquí creemos que el PRI no será entregado a los intereses de López Obrador y menos que claudicará en su obligada postura opositora. ¿Por qué?
Porque Alejandro Moreno tiene todo para tejer, desde la dirigencia del partido tricolor, la construcción de su propia aspiración presidencial.
Por eso, en descargo del gobernador de Campeche, con licencia, vale recordar que “Alito” fue el único gobernador que, de manera frontal, chocó con el entonces candidato López Obrador.
Además, a pocas horas de su llegada al cargo de presidente del PRI ya empieza a mover las piezas a favor de alianzas opositoras en aquellas entidades en donde habrá renovación de gobiernos estatales y en donde el PRI tiene posibilidades de ser derrotado.
Lo cierto es que sólo los hechos confirmarán si el nuevo presidente del PRI estará dispuesto a jugar un verdadero papel de opositor al gobierno de López Obrador. Por lo pronto, la que confirmó que es una copia del viejo PRI y que su verdadero mentor se llama López Obrador, es la hoy ex priísta Ivonne Ortega.
Y es que a las pocas horas de que los militantes del PRI le recetaron un rotundo “no”, la ex candidata a la dirigencia nacional del viejo partido tricolor le dio la razón a esa mayoría aplastante que prefirió a Alejandro Moreno.
¿Por qué?
Porque la yucateca hizo una pataleta idéntica a las que –por más de dos décadas–, López Obrador; luego de la elección por la presidencia del PRI tiró la mesa y desconoció la contienda en la que participó hasta el final.
En pocas palabras, al gritar “¡fraude, fraude…!”, Ivonne Ortega mandó al diablo no sólo al PRI sino al sistema de partidos y a toda la institucionalidad electoral.
¿Por qué razón Ivonne Ortega no renunció –antes de la elección del nuevo presidente del tricolor–, si sabía que la elección del PRI sería un cochinero; si nunca creyó que el PRI cambiaría?
¿Por qué nunca gritó “fraude”, cuando ganó diputaciones, senadurías y una gubernatura? ¿Por qué hasta hoy abrió los ojos sobre las supuestas o reales prácticas tramposas de un partido que le dio todo?
Es decir, Ivonne Ortega siguió por nota el mismo guion que su mentor político, el presiente López Obrador, quien siempre declaró fraude cuando perdió y siempre abandonó los partidos en los que militó –y que le dieron todo–, cuando no le cumplieron sus caprichos.
Hoy, la ex gobernadora de Yucatán hizo justo todo lo que por años practicó López Obrador; creer que ella es la salvación política; imaginar que con ella el PRI viviría la gloria y sin ellos el infierno.
Lo simpático del tema es que, al final de cuentas, el tiempo colocó en su lugar a la ex gobernadora de Yucatán.
¿Por qué?
Porque durante toda la campaña por la dirigencia nacional del PRI, Ivonne Ortega y otros aspirantes le endilgó a Alejandro Moreno “el sambenito” de que era el candidato de López Obrador.
Sin embargo, hoy, cuando el gobernador de Campeche con licencia es el nuevo presidente del PRI, la yucateca enseña el cobre.
Ivonne Ortega mostró que lo suyo –lo verdaderamente suyo–, es el culto a lo más rancio del PRI; lo suyo es todo lo que representa el viejo partido en el poder, el partido del presidente Obrador, Morena.
¿Quién, en el PRI, estaba aliado a Morena y a López Obrador?
Por lo pronto, Alejandro Moreno, el nuevo jefe nacional del PRI, ya empezó la recuperación de su partido.
Al tiempo.
EN EL CAMINO.
Por vacaciones, el Itinerario Político regresa el lunes 26 de agosto.