Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
CIUDAD DE MÉXICO, 29 de diciembre de 2018.- Un percance trágico, como el de Puebla, que hasta este momento es considerado accidente, sacó a relucir todo el bagaje pantanoso que se esconde en la vida política de México. El talentoso Erle Stanley Gardner en su novela Un accidente que trae cola, demuestra como un simple golpeteo de dos carros en una glorieta, durante una noche lluviosa, extrae toda la miseria que está latente en las intenciones humanas. Con más razón en un accidente de la dimensión en el que murieron Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso, que lanza al aire toda la historia oscura de un sistema, expresado en odios, rencores y diatribas, por el poder perdido. Medios como Sinembargo publicaron a partir de un estudio de la organización Artículo 12, la enorme agenda digital que mantiene el PRI para denostar a sus enemigos, no para reivindicarse moralmente ante un pueblo que lo despreció, sino para hundir y desacreditar las propuestas alternas que van surgiendo. Y es que se trata de no dejar ir la riqueza que se tuvo en las manos y hacer hasta lo imposible para evitar que el país cambie de rumbo.
Gardner: condenar al que delinque y dejar libre al inocente
Considerado uno de los grandes escritores de Estados Unidos, Erle Stanley Gardner queda en la mente del público como el creador de Perry Mason. Pero él fue mucho más y ya lo habíamos mencionado en octubre de 2015 en la crónica Los Mandaderos de la Corte. Penalista de profesión, le dio para escribir 700 narraciones y 127 novelas. Pero dentro del creador de un abogado defensor, se nutría el hombre que buscaba la justicia. En momentos en que con el nuevo gobierno se busca hacer justicia también a muchos que están en la cárcel por procedimientos injustos o exhibir a los que calumnian e injurian, Gardner hubiera sido un gran auxiliar a partir del proyecto que desarrollaba con otros juristas estadounidenses, llamado La corte del último recurso. En este se planteaba y se hacía, investigar los casos de presos que habían sido juzgados mal o no habían tenido todos los recursos jurídicos o eran adversos a un régimen, para buscar su absolución y dejarlos libres. Muchas de estas experiencias las reflejó en sus juicios televisivos y en sus muchas e interesantes novelas policiacas. En aquella crónica nos referimos a El caso del gatito imprudente.
Erle Stanley, los largos tentáculos de un accidente y lo que exhiben
La difamación y la calumnia que han estado presentes de una manera violenta y agresiva, de parte de los opositores del actual régimen ante el accidente ocurrido en Puebla el pasado 24 de diciembre, se expresan con la misma crudeza en la novela de Gardner, Un accidente que trae cola (Ediciones Orbis S.A.1985). Una mujer de manera extraña choca su carro en una noche lluviosa, contra el de un acaudalado empresario. Se trató de un sencillo accidente. Un mes después -según lo denuncia la propia secretaria del empresario-, se había casado con ella. Detrás de ese que parecía un accidente común, había gansters y rufianes que se peleaban un espacio, chantajes que se querían cobrar, asesinatos, falsedades, infidelidades y amenazas. La trama la lleva Donald Lam uno de los muchos detectives que tuvo Erle Stanley dentro de los también muchos seudónimos que utilizó. El escritor y abogado nació en Massasuchetts en 1889 y murió en Temecula California en 1970. Cuando murió era el escritor más leído de su país, según las crónicas, pero además, respetado en sus muchas disciplinas, geología, zoología, medicina forense, arqueología, medicina natural y fotografía entre otras. Pero lo que más destaca en él, era su lucha permanente por la justicia. Así se le recuerda.