Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de agosto de 2016.- El tiempo tiene alas y sucesos económicos van y vienen. Las crisis han sido recurrentes y por lo menos mi generación, siempre la ha vivido, así como las eternas discusiones sobre las bondades de algunos instrumentos y la posibilidad de las alternativas. Lo real es que las cosas no cambian y la historia se repite, una y mil veces, de forma tal que parece que la historia no funciona, o no se ha sabido explicar.
De lo que más se ha hablado es del potencial de municipio como palanca del desarrollo nacional, de lo mucho que se puede hacer por él. Cuando Raúl Olmedo estuvo en Gobernación, se hizo un esfuerzo editorial importantísimo, pero hoy se mantiene la misma discusión y el mismo discurso, sólo que se han dado pasos atrás muy importantes, siendo incluso peligroso ser alcalde. En el caso de todos, los buenos y los malos, está el desconocimiento de ls normas administrativas, de la naturaleza de las transferencias que reciben, que pueden hacer y que no No conocen porque reciben lo que reciben en su mayoría y son engañados frecuentemente por algunos gobernadores. Hoy esto no ha cambiado.
Lo anterior a cuento por la realidad municipal, que como he comentado es muy heterogénea, sólo con ver la naturaleza de los 2 445 municipios del país, veremos que es compleja y asimétrica, la mayoría está en estado de pobreza.
La mayoría de los mismos se encuentran en condiciones de pobreza extrema, sus finanzas, aunque menos dependientes que las entidades federativas, son extremadamente dependientes y objeto de control por parte de los gobernadores y los congresos locales.
El 115 los maniató al extremo, incluso aunque se dice que el catastro es municipal, todos sabemos que es controlado y operado por los gobiernos estatales y que son pocos los municipios, como Monterrey, que tienen su propio catastro, pero siempre subordinado al catastro estatal.
Alrededor de 2003 se habló de hacer un Catastro Nacional, lo cual implicaría en los hechos una coordinación nacional de catastros, lo cual podría estar vinculado al sistema nacional de coordinación fiscal, que sería o ideal, o podría funcionar con la misma lógica.
Señalar lo anterior no significa cerrar los ojos ante lo que pasa en la mayoría de los municipios del país, esto es la corrupción, la opacidad y la nula rendición de cuentas. Al respecto han sido poco activas las áreas de fiscalización de los congresos locales, no todas por supuesto.
Sabemos que son acosados y amenazados por las bandas criminales, que les exigen recursos, y mientras más pequeño es el ayuntamiento, más fácil es que los presionen y amenacen.
Ahí tenemos las cifras de los alcaldes asesinados en los últimos meses en diferentes estados de la República, tanto del norte, como del sur. Pero también hay alcaldes corruptos, que forman parte de la delincuencia y los cuales deben ser castigados ejemplarmente. Lo importante que esto no inhiba los esfuerzos por fortalecer la autonomía municipal, lo cual solo será posible con la participación ciudadana. Al respecto vale la pena revisar las auditorías a la misma que realiza periódicamente la ASF.
En suma, es un dilema aceptar ser presidente municipal, especialmente en los estados del sureste, como el Norte. Por eso se recurrió, por ejemplo, a magnificar los usos y costumbres, como es el caso de más de 400 en Oaxaca, que es claro no son el paradigma de la democracia.