Si les interesa periodismo, tienen que ver Estado de Silencio: Diego Luna
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 13 de junio de 2019.- Desde su fundación, la capital potosina llegó a tener gran cantidad de cementerios en su primer cuadro, hubo épocas en que se acostumbraba tener un camposanto en las inmediaciones de cada iglesia y esto generó un cúmulo de criptas esparcidas por toda la ciudad; tiempo después se congregaron en lo que actualmente representa a uno de los panteones más grandes y antiguos del país, El Saucito.
El cambio surgió precisamente porque había muchos cementerios saturados de difuntos, al surgir la idea de construir un espacio amplio para su descanso eterno se optó por comenzar la obra en un antiguo rancho pulquero, donde sólo crecían magueyes y arbustos.
Aún sin ser concluido -el 13 de noviembre de 1888- el Ayuntamiento dio licencia para las dos primeras inhumaciones.
Al día de su inauguración tenía una extensión de 500 metros de frente y en la calle trasera y de 750 metros en sus costados.
Desde sus inicios, fue dividido en clases, de primera a quinta estaban en los primeros 500 metros, en seguida erigieron un muro que partía el cementerio en dos y detrás de ella quedaban la sexta clase, también la fosa común.
Después de dos ampliaciones, el cementerio de El Saucito tiene una extensión de 62 hectáreas.
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