La Constitución de 1854 y la crisis de México
Apunte diario sobre letras hipnóticas
La tragedia del polvorín de Chalchicomula, la muerte de 2000 soldados de la República y el extraño don de la ubicuidad del padre Epifanio Rojo
*Capítulo 2:
Es menester recordar que las armas nacionales se han cubierto de gloria de diversas formas. Pero que la forma de morir de nuestros casi 2000 paisanos fue infame, más no menos gloriosa.
Antes de acceder a continuar platicando la tragedia de Chalchicomula, Puebla, debemos de recordar que se trata de un hecho insólito, como insólito fue lo que posteriormente aconteció con el Padre Rojo
Aquí las letras hipnóticas:
En el anochecer del 6 de marzo de 1862, un oscuro manto de fatalidad se cernía sobre San Andrés Chalchicomula, una tierra impregnada de historia y tradición. Era una tarde bañada por el sol, que pronto se convertiría en el escenario de una tragedia inimaginable. En las entrañas de la colecturía del diezmo de San Andrés, un silencio opresivo envolvía el edificio donde yacía un tesoro, una fortuna acumulada a lo largo de generaciones, resguardada en barriles de pólvora.
Y entonces, un destello efímero, una chispa insignificante, desencadenó el cataclismo. La pólvora, como un dragón despierto de su letargo, rugió en una furia cegadora. Las paredes temblaron y se derrumbaron como castillos de arena frente a una marea implacable. En un parpadeo eterno, el horror se apoderó de Chalchicomula.
Más de mil almas, hombres con sueños y esperanzas, oficiales con la mirada puesta en la victoria, habitantes inocentes que compartían su día a día con los soldados, todos ellos, encontraron su destino en ese instante de fuego y ruina.
La muerte no hizo distinciones, y su siniestra cosecha se llevó consigo a 1,800 soldados, 25 oficiales, 40 habitantes y un sinfín de mujeres y niños, arrancados de la vida en un paroxismo de pólvora y humo.
La explosión dejó una herida profunda en el Ejército Mexicano, privándolo de un contingente vital de hombres y recursos justo antes de la Batalla de Puebla, donde el general Ignacio Zaragoza se enfrentaría al invasor francés. A pesar de esta pérdida abrumadora, Zaragoza y sus valientes soldados se alzarían con una victoria legendaria el 5 de mayo de 1862, demostrando que la valentía y la determinación podían vencer a la adversidad.
No obstante, esta tragedia, de proporciones épicas, permanecería relegada al olvido durante décadas en la historia de México, eclipsada por otros eventos históricos.
Pero en este oscuro teatro de la vida, un actor esperaba en las sombras, listo para entrar en escena. En el siguiente capítulo, presenciaremos el debut de un hombre cuyo nombre se tejería en los hilos de la leyenda, el presbítero Epifanio Rojo, cuya presencia iluminaría las sombras de Chalchicomula de manera inesperada.
Epifanio Rojo fue un sacerdote oaxaqueño que con el tiempo se descubriría que tenia el extraño don de la ubicuidad
En nuestro siguiente capitulo encontraremos la forma y el como se descubrió que tenia ese raro don y fue precisamente a partir de los hechos históricos narrados aquí que se pudo llegar a la conclusión de un fenómeno no explicado por la ciencia
Aclararemos el misterio.
Con afecto
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