Economía en sentido contrario: Banamex
CIUDAD DE MÉXICO, 6 de marzo de 2020.- En todo terreno y en todo conflicto en alguien debe caber la cordura para poder distinguir cuando se están rebasando los límites y generar nuevas dinámicas. Si todo el tiempo se está en guerra será difícil saber cuando ya se cumplió la meta.
A lo cual debemos sumar un principio básico de periodismo: cuando el periodista o el medio es la noticia es que algo anda mal. Y en estos días recientes tuvimos varios ejemplos. Por un lado, la pregunta/acusación de M A (recurso que retomo de Salvador Camarena en su artículo del jueves 4 de marzo en El Financiero) en la dinámica de preguntas y respuestas que se da cada mañana en Palacio Nacional.
Allí M A mencionó nombres para que la Unidad de Inteligencia Financiera los investigara por su presunto apoyo al movimiento feminista, como si en este país bastara tener una acreditación de periodista para asistir a la conferencia presidencial diaria y solicitar ese tipo de cosas. Al final de la misma, con un contexto ya muy ríspido, no de un día sino de varios meses, una promotora de la defensa de los derechos humanos y que se ha distinguido por sus cuestionamientos al presidente cuyo nombre popular es Frida Guerrera, le reclamó a M A, pues a su parecer el sujeto la señaló y colocó en la misma bolsa que a un expresidente y otros tantos conocidos políticos.
Los comentarios de otros compañeros que asisten al acto diario de promoción y divulgación del mandatario opinaron en diversos espacios en relación al hecho, a lo que se sumó un acontecimiento más donde otro personaje de esa fauna instantánea que ha cobrado vida artificial gracias a sus instantes de gloria (usa un parche para más referencias), sugirió que una periodista (ella sí profesional) y que también acude a las conferencias, recibiera un balazo.
Al día siguiente, en la liturgia acostumbrada, como si fuera orden del día, al llegar a ese punto, el ejecutivo sugirió que la solución fuera que ambos personajes se dieran un abrazo
dibujando de cuerpo entero no sólo su manera de resolver conflictos, sino de ver la vida y entender muchos pasos de su actuar en la administración pública.
El otro gran tema tuvo como partícipes al reconocido diario El Economista y a la Agencia de Noticias Mexicana Notimex, la cual desde que su titular Sanjuana Martínez tomara las riendas ha sido una constante de problemas, conflictos, desprestigio, y por su fuera poco ahora hasta una huelga.
Uno entiende que los estilos de gobernar son tan particulares como diversos como las personas mismas, pero los objetivos para los cuales fueron creadas las instituciones no deben pasar inadvertidos para los mismos titulares, cuándo habíamos visto que la agencia Notimex en una nota descalificara el trabajo de una dependencia gubernamental como lo es la Secretaría del Trabajo y Previsión Social solo porque manifestó la existencia de la huelga a la agencia.
De hecho, la querella con El Economista tiene que ver precisamente con el trato que le ha dado según la agencia a la nota de la huelga, a o cual el diario envío una carta firmada por su director general editorial donde señala punto por punto los errores de Notimex.
El grave problema es que, de nuevo, cuando los medios o los periodistas son la noticia es que algo anda mal pues pareciera que sus objetivos o ideales están por encima de todo, que su razón no entiende de otras razones y eso ciega o empaña su actuar.
Nos recuerdan pues que, si bien el fin justifica los medios, en la película homónima, Forrest Gump nos mostró que sólo sabía correr, sin saber para qué ni a donde iba, su objetivo era correr sin rumbo, y a veces algunos en sus creencias van en ese sentido, impulsan sus puntos sin saber a donde van. Así los M A, así los piratas falsos, así los Notimex. Y en quien debiera caber la prudencia que es el titular del ejecutivo, su imaginación sólo da para abrazos en época de coronavirus.
@rvargaspasaye