En El Colegio Nacional presentan biografía de abuelo de Octavio Paz

• La presentación la moderó José Ramón Cossío, miembro de El Colegio Nacional, y participaron el también colegiado Christopher Domínguez, la historiadora Erika Pani y el autor. 
• A nivel literario, Octavio Paz heredó más de Irineo Paz que de su propio padre, dijo Domínguez Michael. 
• La biografía, señaló su autor, es también una provocación para el debate sobre el liberalismo en el siglo XIX. 

Irineo Paz fue “un personaje decimonónico ejemplar: idiosincrático, como eran los hombres del siglo XIX, de armas tomar, que disparaban y escribían, hacían historia, crónica, poesía, novela”, pero también fue un individuo que “a nivel literario” legó más a su nieto, Octavio Paz, consideró el crítico literario Christopher Domínguez Michael, miembro de El Colegio Nacional. 

“Yo veo que hay mucho de Irineo Paz en Octavio Paz, incluso, creo que a nivel literario hay más del abuelo que del papá”, afirmó el colegiado al presentar el libro Siglo de las luces…y las sombras (Aguilar, 2023) de Ángel Gilberto Adame, donde repasa la biografía de quien fuera abogado, historiador, escritor y periodista durante el siglo XIX, informó en un comunicado El Colegio Nacional.

José Ramón Cossío, también miembro de El Colegio Nacional, moderó la mesa en el Aula Mayor de la institución, donde también participó la historiadora Erika Pani, del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México, y el autor. 

Domínguez Michael consideró que resulta “curioso” que la última novela de Irineo Paz se llama Amor de viejo, “y trata de eso, y uno de los últimos libros de su nieto es La llama doble, donde se empieza preguntando qué autoridad, qué credenciales, qué derecho tiene un hombre de 80 años para escribir sobre el amor”. 

“Yo siento que Irineo es muy cercano a Paz y sobre todo al Paz que yo conocí, el viejo Paz, que no sólo hablaba mucho de Irineo, sino en toda esta cosa de ser, hasta el último día de su vida, un hombre extraordinariamente combativo, exasperantemente combativo, irritantemente combativo, como lo fue su abuelo, según leemos en el libro de Ángel Gilberto Adame”, afirmó. 

Además de la “rapacidad irónica” que también compartió con su abuelo, sostuvo el crítico, Octavio Paz aprendió de Irineo sobre la distancia que había que tener con el poder: “Octavio Paz dijo en frases, que fueron mal interpretadas, que había que tener distancia con el príncipe. Yo creo que, si lo vemos a través de Irineo, esa es la distancia de la que hablaba su nieto”. 

“Hay quienes dicen: ‘yo con el poder nada y si veo un político salgo corriendo, me meto abajo de la mesa o no lo saludo’, y hay quienes, desde luego, buscan desesperadamente al poderoso. Quienes están en medio es porque saben que el poder político es una medida civilizatoria, son intelectuales como lo fue Irineo Paz y ese manejo de la distancia yo creo que la aprendió intuitivamente, quizás, Octavio Paz de su abuelo. Entonces, el Irineo Paz decimonónico es un hombre que nos enseña a los mexicanos del siglo XXI la relatividad de nuestra relación con el poder político”, consideró. 

“Si uno ve los ires y venires de Irineo Paz, no estamos ante un hombre que cambiase de bando o de chaqueta, sino de alguien que ajustó su temperamento intelectual a una visión liberal consistente de la vida de México, pero lo hizo sin dogmatismo, sin ceguera y desde luego cometiendo errores y también una cosa que hay que decir, viendo, como todos y cada uno de nosotros, por su propio beneficio, como hombre político, como hombre de letras, como militar, como periodista, había una manera de ser en el mundo del siglo XIX que queda retratada, de manera magistral, en esta biografía”, abundó. 

En un México sin tradición biográfica, donde hasta hace 20 años era un país sin biografías, dijo. “Ángel Gilberto Adame realmente ha hecho que al extraño y remoto personaje que le había tocado en suerte ser el abuelito de Octavio Paz, se convierta en un personaje de referencia del siglo XIX, y no se podrá hablar, de ahora en adelante, de Irineo Paz sin hablar de Ángel Gilberto Adame, ni se podrá hacer la biografía familiar de los Paz, que ya son a todas luces una dinastía, sin nuestro querido amigo”. 

Una provocación 

Asiduo a las conferencias que organiza El Colegio Nacional, Ángel Gilberto Adame recordó durante la presentación de su libro, que fue alrededor de 2015 cuando los colegiados Enrique Krauze y Christopher Domínguez Michael hablaron de “que hacía falta la biografía de Irineo Paz en todo el corpus literario, para entender al poeta”. A ese acontecimiento y a un correo que el autor escribió al crítico presentador, dijo, “quizá le da respuesta, o trata de dar respuesta, este esfuerzo de Irineo Paz”. 

El libro dijo el notario público, “es una biografía 100% de Irineo Paz, pero la amplitud de la vida de don Irineo y su multiplicidad de intereses hacía imposible no asomarse a todo el siglo XIX. Las cosas en las que se metió don Irineo, las anécdotas, los chismes, en tantas cosas que andaba metido don Irineo, rescatando los huesos en el panteón de Campo Florido, de Manuel Acuña, ahí se narra la anécdota de cómo sacan el cadáver y las reliquias del poeta malogrado del norte del país”. 

Otra pretensión, señaló, “quizá va de la mano de provocar. En el debate actual se utiliza desaforadamente el término liberal. ¿Qué quise decir? o ¿qué quise explicar?, que los liberales del siglo XIX son de diversas, de disímbolas corrientes, no podemos hablar de liberales unívocos. A mí me parece memorable el hecho de que, en 1867, cuando Juárez triunfa, tras fusilar a Maximiliano en el Cerro de las Campanas, ahí está Irineo levantándose en armas contra él. Era muy fácil sumarse a la cargada, como todo el mundo, y es el primer hombre que, desde Sinaloa, está postulando por primera vez a un señor que ni lo conocía, que se llamaba Porfirio Díaz, a la presidencia de la República”. 

“Y ahí está de necio en 1871, y ahí está otra vez de necio en 1876, hasta que logra, con esta generación de los sucesos pecanos, llevarlo al poder. Y entonces la provocación está en tratar de rescatar el concepto del liberal del siglo XIX, que nada tiene que ver con la interpretación que se le pretende dar al liberalismo del siglo XIX con las explicaciones ahora tan ramplonas, en mi opinión, entre liberales y conservadores”, señaló. 

Para la investigadora de El Colegio de México, Erika Pani, el libro de Ángel Gilberto Adame, “concentra una investigación impresionante, es una mina de conocimiento, de datos. Todo lo que usted no sabía, que quería saber sobre Irineo Paz está en este libro: fechas de nacimiento, de matrimonio, quienes fueron los padrinos, la dirección de las oficinas, cómo estaba dispuesta la casa de Mixcoac…”. 

Por otra parte, agregó, “yo creo que el caso de Irineo Paz es, por un lado, excepcional y, por otro lado, típico de muchos hombres del XIX”. El libro de Adame, agregó, retrata el carácter pugnaz de Irineo Paz: “Toma las armas en contra de la intervención francesa, se va a oponer al gobierno juarista, como periodista va a ser siempre crítico, va a apoyar a quienes se levantan en contra del primer gobierno de la República restaurada, para luego dar un apoyo decidido a Tuxtepec, pero también después erigirse en un crítico no rabioso, pero en un crítico del régimen, sobre todo a los científicos”. 

En su libro Porfirio Díaz. Doceava leyenda histórica, rememoró Pani, Irineo Paz, “hace un retrato caricaturesco, por otro lado, es también una explicación de por qué él se adhiere a este régimen con el cual está marcando sus distancias. Y esta actitud crítica, estas posturas que asume de manera franca, pues van a hacer que don Ireneo sea un huésped frecuente en las cárceles”. 

“Aprovecha estas estancias entre las chinches y otro tipo de animales, a los cuales ya ni siquiera les pone nombre porque son una cosa repugnante, aprovecha para escribir novelas y obras de teatro. Entonces el tipo de ánimo, el tipo de optimismo por el futuro es bastante interesante”, explicó. 

En el relato de Adame, agregó, aparece Irineo Paz también como “un empresario impresionante. Tiene una intuición y una habilidad para saber lo que quiere el público, para darle la vuelta a las restricciones, normalmente no dichas en la esfera pública, entonces, su opción, por ejemplo, de la prensa satírica dice: ‘manejada con ironía, con burla, con mordacidad, ese es el género que más gusta al pueblo’”. Así fundaría los periódicos El payaso y El padre Cobos; y ya entrado el siglo XX también La Patria y La Patria Ilustrada. 

La presentación del libro Siglo de las luces…y las sombras se encuentra disponible en el Canal de YouTube de la institución: elcolegionacionalmx.