En mal momento el asunto de El Mayo 

México no tiene mucho margen frente al veleidoso, beligerante e impredecible presidente de EU, Donald Trump. El asunto de El Mayo tomó a las autoridades con los dedos en la puerta. Los abogados han resuelto litigar en los medios y en la arena política, poniendo en jaque al gobierno mexicano. En una primera carta el secuestrado/detenido precisó que Melesio Cuén fue ultimado en el mismo lugar donde él fue secuestrado por Joaquín Guzmán López y a donde asistiría el gobernador Rubén Rocha. Antes, la fiscalía de Sinaloa divulgó que Melesio Cuén había sido asesinado en una gasolinera en un intento frustrado de robo del vehículo. La FGR probó que, El Mayo en cuanto al asesinato de Cuén dijo la verdad. Las autoridades morenistas de Sinaloa habían mentido y encubierto el crimen, lodazal del que el presidente López Obrador pretendió salir con la exigencia a EU de aclarar su involucramiento en el secuestro del jefe criminal. Mucho está en el terreno de la especulación por la gravedad del asunto, sus implicaciones y porque hay ocultamiento de información de las autoridades norteamericanas y engaño por las mexicanas, como la protección al gobernador Rubén Rocha, inequívocamente implicado en el encubrimiento y quizá en el secuestro y homicidio de Cuén y de los acompañantes de El Mayo en la finca del encuentro, supuestamente para mediar para resolver el conflicto universitario, desencuentro entre dos exrectores, el gobernador Rocha y el diputado Melesio Cuén. La impunidad de la que ha gozado el mandatario se vuelve contra el régimen. En mala hora las autoridades norteamericanas hablan reiteradamente de complicidad del gobierno mexicano con los cárteles de la droga. El problema crece con la segunda carta, que merece muchas interpretaciones, desde una amenaza al gobierno por el detenido, hasta invocar su derecho a legítima defensa por la irregularidad de su detención, teniendo como referencia y precedente de décadas atrás del Dr. Álvarez Machain y el acuerdo ulterior entre los gobiernos de EU y México. Álvarez Machain quien fue regresado al país por exigencia de las autoridades mexicanas por el secuestro del que había sido objeto, previo a su traslado a EU por agentes de la DEA. La analogía se complica no por razones legales, sino por el distinto entorno y la diferente calidad de los inculpados. Imposible que El Mayo sea regresado, lo saben todos y, efectivamente, es un candidato natural a la pena de muerte, que llama la atención su preocupación cuando él y los suyos por décadas han regado al país con sangre inocente. Es evidente que las autoridades norteamericanas intervinieron en el secuestro de El Mayo y también que hay irregularidad en la detención. Precisamente para esos casos el presidente Trump declaró a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas internacionales. Con ello las autoridades norteamericanas tienen la más amplia libertad para investigar, actuar, detener y asesinar a los presuntos enemigos. Mientras que las autoridades mexicanas se mueven en el plano de la normalidad, las autoridades norteamericanas y la opinión pública mexicana y norteamericana se plantan en la excepcionalidad que representa la desbordada violencia de los cárteles. Equívoca decisión del despacho de abogados vinculado a Morena de asumir la defensa legal de El Mayo. Los voceros del régimen han actuado con desacierto. Tan sencillo era decir que los abogados asumen la representación legal de sus clientes a partir de un contrato de servicios, no de complicidad o identidad, lo que invalida cualquier inferencia que asocie a los abogados con Morena, el gobierno o con la actividad delictiva de su cliente. La misma presidenta se enreda en el asunto y ha sido ridículo trasladar al PAN el tema por una intervención irrelevante de una diputada en actividad regular del Congreso. Después del éxito temporal con Trump, El Mayo está haciendo ver mal a la presidenta Sheinbaum, no se diga a todos los demás que han participado, mientras la oposición ha sacado buena raja sin advertir que esto debilita a México ante la amenaza que representa la beligerancia de Donald Trump. Por su parte el fiscal Gertz ha sacado con acierto y oficio las castañas del fuego. Sobra imaginación para especular una supuesta infidencia de El Mayo. Sin embargo, la carta da cuenta de que no hay arreglo aceptable para él por las autoridades de EU y es posible que una condena a muerte sea el trofeo que Trump pretenda en su renovada lucha contra las drogas. México y sus autoridades han perdido claridad de qué hacer por la sencilla razón que les resulta imposible entender la excepcionalidad que representa el presidente americano y su empeño para imponerse a todo y todos.