La Constitución de 1854 y la crisis de México
ESPRESSO COMPOL
Luis Estrada hace un trabajo extraordinario todos los días: un análisis del máximo instrumento de propaganda del oficialismo mexicano: la conferencia matutina diaria del presidente López Obrador.
Estrada ha generado muchísimas publicaciones con datos variados sobre lo que se dice en cada conferencia de prensa: desde las mentiras, los otros datos y hasta los insultos.
Esta semana, subió a la agenda nacional la gobernadora del estado de Chihuahua (ubicado el norte de México y fronterizo con Texas y Nuevo México de los EUA) por hacer una declaración sin filtros contra el mandatario mexicano.
En el contexto del secuestro y liberación de cuatro miembros de la familia LeBarón, la gobernadora chihuahuense, al ser entrevistada por los medios de comunicación locales, declaró lo siguiente: “Exigimos que el gobierno federal ponga atención a través de la Secretaría de Seguridad Pública en el estado de Chihuahua, y que deje de ser omiso, sino es que decir pendejo, en lo que está sucediendo en el estado de Chihuahua”.
Chihuahua, al igual que Coahuila, Durango, Guanajuato, Yucatán, Aguascalientes, Querétaro y Jalisco son castigados por la abulia del gobierno de López Obrador, a lo cual, las y los morenistas aplauden como focas de espectáculo buscando agradar a su líder y entrenador.
Y como evidencia, un poco de la cronología posterior a la estridente y necesaria declaración de Maru Campos: a la mañana siguiente AMLO fue cuestionado en la mañanera sobre lo expresado por Campos Galván; su respuesta fue: “Nada, nada, cuando hay groserías no. Ése es el lenguaje de otros, tampoco me quiero meter. Antes se llegó a considerar progre buena ondita a quien decía groserías, más si eran mujeres, no hay necesidad de eso, por eso no respondo a esas cosas. Y es también, son de la temporada, como hay elecciones, pero la mañanera tiene su prestigio, no es cualquier cosa, todos quisieran aquí que les ayudara haciéndoles propaganda, pero no”.
Y siguieron sus huestes con sus costumbres acuáticas, convirtiendo sus extremidades en forma de aleta, para aplaudir sin descanso, tal y como lo hacen los mamíferos pinnípedos que tan populares son zoológicos y acuarios.
“No somos iguales, nosotros sí tenemos educación. Si su gobernadora sale a medios a decir una irreverencia, tengan que salir todos ellos a decir la misma cosa, pero del alcalde no me sorprende, es intolerante, irrespetuoso de las otras formas de pensar, tan así lo demuestra con poner apodos o descalificar con mentiras…”, fueron las palabras del regidor morenista en Chihuahua capital Eliel García.
“Las declaraciones de la gobernadora han sido desatinadas, ya que se insulta al presidente pues insulta también al 70% de los mexicanos. Entendemos que estén desesperados, pero no es forma de expresarse del primer mandatario”, declaró la presidente estatal de Morena Chihuahua.
“Más que insultos, la gobernadora María Eugenia Campos mostró frustración, desesperación y limitación por hechos de alto impacto, que no son aceptables para un jefe del Poder Ejecutivo, al insultar al presidente de la República”, dijo a medios de comunicación el líder de la fracción legislativa de Morena Cuauhtémoc Estrada.
“¿A quién le beneficia que la gobernadora emplea esta clase de expresiones? Pues a nadie. Quien gobierne debe ser una autoridad responsable, respetuosa, que cuide la investidura, y más aún, ante la máxima autoridad de la república”, escribió la síndica morenista de Ciudad Juárez en un editorial.
Óscar Avitia Arellanes diputado morenista en el congreso de Chihuahua, lamentó, “la falta de capacidad política y la bajeza por la que han optado para deslindarse de la responsabilidad que tienen como autoridad en el estado” y consideró que las expresiones soeces, debieron ser rechazadas para evitar una confrontación ante el próximo proceso electoral.
Y varios más quisieron subirse a la competencia de aplausos para ver si lograban una miradita (breve) de AMLO que les asegure una reelección o una chambita.
Durante la semana, mientras veía, escuchaba y leía las reacciones de los súbditos de López Obrador. Me reí tanto cada día de la semana, que por culpa de ellos y ellas me andaba faltando el aire.
Llegué a la conclusión que están bien entrenados todos y todas en Morena, bajo las instrucciones de AMLO: al igual que él, defienden el monopolio del insulto, el cinismo y la sinrazón.
En Morena queda claro que han ganado la guerra: han derrotado al pensamiento y aplauden con locura esa victoria.
Vuelvo al extraordinario trabajo de Luis Estrada sobre las mañaneras del presidente mexicano. Ya que en 2022 publicó un reporte, en el que documenta el secuestro absoluto que ha hecho López Obrador del insulto en la agenda pública.
Del año 2018 a la fecha, AMLO se decantó por 13 palabras favoritas para insultar a sus adversarios políticos o sus detractores. Hasta la presentación del informe (en 2022) habían transcurrido 1.446 días desde que el presidente AMLO asumió la presidencia.
Según Estrada y su equipo, en los días de gobierno del mandatario, en 973 de ellos hubo conferencias de prensa mañaneras, en las que, los insultos que más emplea AMLO son “conservadores”, con 3.074 menciones; “neoliberales”, con 2.443; y “corruptos” o “corruptazos”, con 761. También usó con soltura las palabras: “hipócritas”, mencionada 193 veces; “racistas”, 163 veces; “clasistas”, 113 veces; “aspiracionistas”, 45 veces; “déspotas”, siete veces; “rateros”, 36 veces; “deshonestos”, 44 veces; “simulados”, cinco veces; “ladinos”, 13 veces; y “sabiondos”, 27 veces.
AMLO también utiliza palabras peyorativas para referirse a la prensa del país que gobierna, las cuales no contiene el informe antes mencionada, entre estas, “fantoches”, “sabelotodos”, “hampa del periodismo”, “chayoteros”, “pasquines”, “prensa fifí”, “amarillistas”, “paleros”, “prensa vendida”, “obnubilados”, “mercenarios de la información”, “paladines de la transparencia”, “periodistas golpeadores”; e, inclusive, ha utilizado expresiones como “muerden la mano que les quitó el bozal” y “hay periodistas que mienten como respiran”.
¿Se dan cuenta del cinismo absoluto de todas y todos los morenistas que se sintieron “ofendidos” por la falta de corrección política de la gobernadora de Chihuahua Maru Campos?
Piden corrección política que no da su líder y no dan ellos. Muchos de nosotros en los medios de comunicación hemos sido insultados por varios de los morenistas mencionados líneas arriba.
Se preocupan por la corrección política e ignoran por completo las voces de las y los chihuahuenses que piden carreteras seguras y en buen estado; que los servicios federales como el IMSS e ISSSTE tengan lo mínimo indispensable para atender a sus agremiados; no movieron un dedo porque volvieran las estancias infantiles o los refugios de mujeres.
Las y los integrantes de Morena monopolizan el insulto, la diatriba y no conocen otra manera de comunicarse que el lenguaje soez y vulgar; son expertos en la siembra de discordia social; maestros en destruir la paz social y, como lo indican los sangrientos números del gobierno de AMLO, cómplices de la inseguridad al aplaudir la política de abrazar a los delincuentes.
¿Cómo no va a estar harta (o hasta la madre) la gobernadora Maru Campos? Si le faltan horas al día para hacer doble o hasta triple trabajo, porque el gobierno de AMLO ha dejado a Chihuahua sin un apoyo. Regidores y legisladores de Morena por Chihuahua no han traído un solo peso de apoyo, ni han gestionado absolutamente nada para beneficio de los y las chihuahuenses.
Entonces, ese trabajo que ellos han dejado de hacer, lo tiene que hacer la gobernadora Maru Campos. Las delegaciones federales trabajan sólo en temas electorales, nada en beneficio de Chihuahua y lo peor de todo: los recursos que deberían solucionar problemas como los maltratados tramos federales, no llegan.
Y no sólo es Maru Campos quien está harta del maltrato, abandono y apatía del gobierno de López Obrador quien nos castiga por no haber votado por él; somos las y los chihuahuenses quienes estamos hartos de que las broncas de seguridad federales, se las avienten al estado o a los municipios no gobernados por Morena.
Que los tramos federales de las carreteras ponen en peligro vidas y que los servicios de salud federales, están pensando en votos y no en el bienestar de la gente.
Yo también estoy hasta la madre y exijo al presidente y a todos los funcionarios emanados de Morena que se dejen de hacer pendejos en Chihuahua y en los estados “castigados” porque no gobierna Morena.
ESPRESSO COMPOL
Mi petición suena ambiciosa, pero debemos de elevar la voz. Nada más falta que, en unos meses más, los y las de Morena vuelvan a pedir que se lleven el agua de Chihuahua para el morenista Tamaulipas.