Diferencias entre un estúpido y un idiota
• Los malos pronósticos para la votación interna del PRI
• A atender problemas donde se dan, pide Gobernación
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de agosto de 2019.- A Rosario Robles no la sorprendió la embestida.
Desde el sexenio anterior, cuando se difundió la versión periodística de la estafa maestra, ella comenzó a prepararse para defenderse ante los tribunales.
Por aquellos tiempos “no te preocupes, Rosario” de Enrique Peña, ya tenía comprometido al abogado Julio Hernández y juntos elaboraron la estrategia.
Con una acotación:
La Procuraduría General de la República (PGR) no desahogó la investigación y menos la culminó con el clásico no ejercicio de la acción penal, por lo cual hoy está en problemas.
No se tranquilizó siquiera el 15 de septiembre de 2018 cuando el entonces presidente electo calificó a Rosario Robles de “chivo expiatorio” por supuestos desvíos –se estimaba entonces- de 708 millones de pesos.
Dijo Andrés Manuel López Obrador:
-Nosotros no vamos a perseguir a nadie. No vamos a hacer lo que se hacía anteriormente, de que habían actos espectaculares, de que se agarraba a uno, dos, tres cuatro, cinco como chivos expiatorios y luego seguían con la misma corrupción”.
Los reporteros le preguntaron si se refería a Robles.
-Sí, como otros. Porque los de la mafia del poder y algunos medios de información les gusta mucho ofrecer circo a la gente y nosotros ya no queremos eso.
La estrategia siguió y la semana pasada, el jueves en El Cardenal de San Ángel, Robles y Hernández ya conocían filtraciones de la consignación del caso.
Pero hoy temen una celada, su plan es insuficiente y todo cambiará.
PRI: malos augurios para la interna
El reto no es ganar.
Realmente el desafío del campechano Alejandro Moreno Alito, la yucateca Ivonne Ortega y la veracruzana Lorena Piñón es llevar votantes a las urnas.
Y deberán hacerlo solos.
Porque no cuentan con un Comité Ejecutivo Nacional (CEN) dinámico, con capacidad de convocatoria y prestigio para cumplir la meta inicial de su padrón: seis y medio millones de electores.
Cuestionable, pero es la base reconocida por el Instituto Nacional Electoral (INE) de Lorenzo Córdova tras muchas discusiones e inclusive descalificaciones internas.
Por lo tanto, es el dato oficial.
Nada de contemplar únicamente la militancia referida por varios de quienes fueron descalificados –solamente José Narro Robles se retiró y renunció por voluntad personal- de apenas millón y medio.
Esa diferencia abre distancia a la legitimidad.
Poco reconocimiento tendría alguien llegado conducir la otrora principal fuerza política del país con un puñado de votos y para colmo impugnados por los perdedores.
Pero hay un dato: el Comité de Claudia Ruiz Massieu ha abandonado prácticamente al partido y los pronósticos de elección no hablan siquiera de un millón de participantes.
Mal augurio.
A atender conflictos donde se dan
1.- Los problemas deben tratarse donde se dan.
Al menos esa es la instrucción de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a sus colaboradores y en especial al subsecretario Ricardo Peralta.
Para alcanzar esa gobernabilidad es necesario ir a las comunidades.
Y 2.- no puede haber silencio tras la muerte de Rogelio Barragán, director del portal Guerrero al Instante.
Es el noveno periodista asesinado en el año y el onceavo durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, recuerdan la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Fundación Fernando Mora.