Diferencias entre un estúpido y un idiota
David Dorantes | Apuntes compol
CIUDAD DE MÉXICO 30 de noviembre de 2019.- Conversando en las recientes semanas con diversos actores claves de diferentes gobiernos municipales de varias regiones de México, muestran preocupación por el cierre de sus trienios velando entre líneas que será en malos términos de cara a una polarizada turbulencia política en 2021, aunque el alter ego del zoon politikón los hace recular que cerrarán triunfantes.
Sí tan solo escucharan más al electorado, aumentaran más la humildad y se abrieran más para reaprender, pudieran tener mejor futuro pues bien que enseñan las crisis comunicacionales de otros.
Tanto la decisión, como las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la deliberada liberación de Ovidio Guzmán López en Culiacán, Sinaloa, quizás no se entenderían si no vives en el territorio sinaloense, pero en esa región la operación presidencial evitó una mayor crisis comunicacional por lo que el ánimo aumentó por el movimiento lopezobradorista.
Irónicamente lo metió en una mayor crisis a nivel nacional e internacional, la misma que trató de reconciliar con Estados Unidos al permitir la entrada de cuerpos de élite del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
¿Cómo puede enseñar y aplicar el caso de López-Guzmán en un gobierno municipal de otra latitud? Sería muy complejo esgrimir en 500 palabras de este espacio editorial, este caso que es digno para toda una tesis; sintetizando en caso de que el gobernante ya entró en una problemática de esta magnitud, recular es de sabios y más cuando lo haces siguiendo el sentir del humor social regional.
Si bien, América empezó a brotar la inconformidad social en Colombia, Haití, Bolivia, Chile, Argentina y Ecuador, en la que se escribirán libros de cada caso, pero en materia de estos Apuntes de comunicación política vaya que enseñan las crisis comunicacionales.
Puntualizando en el mejor manejo de todos los mencionados, el equipo que rodea al presidente Sebastián Piñera diseñó un oportuno control de daños llamado Nueva Agenda Social en la que están suscribiendo con actores, regiones, además de temas sensibles para el electorado; quizás no les alcance para la magnitud del hartazgo que tiene el ciudadano en la economía más aventajada de latinoamérica, pues estas protestas han sido comparadas a la Primavera Árabe de 2010-2013 que terminó con el derrocamiento de gobiernos.
¿Cómo enseñan estas crisis comunicacionales de Chile o Colombia en el ámbito municipal? En algunos casos ya nada o muy poco se puede hacer para que tengan un buen final esas presidencias municipales, menos aun cuando están confiando que sean salvados por sus gobernadores o el presidente Andrés López Obrador, pero en otros están justo a tiempo para diseñar una estrategia de más escucha social, menos monólogos políticos, mejores acciones consultadas con los ciudadanos, y extraordinario cambio de la narrativa gubernamental.
Sí el presidente municipal o alcaldesa poco se relaciona directamente con la ciudadanía, sí habla de forma ajena a la realidad de la doñita de la seccional, dejando a un lado el sentir –remarco SENTIR– ciudadano, será un gobernante que terminará mal su mandato.
¿Y tú, qué opinas? www.daviddorantes.com