Padre Marcelo Pérez: sacerdote indígena, luchador y defensor del pueblo
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de septiembre de 2019.- Prácticamente en esta semana entraremos en la recta final de un año que –por decir lo menos- ha resultado de un pasmo constante para el empresariado mexicano, lo peor es que entra mal el último trimestre de 2019 acercando la confirmación de los recientes pronósticos que hicieran los analistas al recortar la expectativa del crecimiento de la economía de México a 0.4 por ciento para este 2019, con lo que el Producto Interno Bruto (PIB) del país repuntaría lentamente en 2020 con probabilidades hasta 1.3 por ciento, cifras muy lejanas a las que esperaba el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Dado el comportamiento que ha presentado la economía en México, es quizás en este periodo entre octubre y diciembre cuando se empiece a sentir más los efectos de la desaceleración en el ciudadano, resintiéndose más en unos sectores productivos, que en otros.
Es decir, mientras el segmento constructor de grandes lotes de viviendas está sumergido en crisis, continúan trabajando las constructoras de grandes edificaciones en las megalópolis mexicanas o las pequeñas cuadrillas que dirige un “maistro” de obras muy domésticas. Ni profundizar el agridulce momento que está pasando el comercio internacional mexicano, por un lado bien, por otro mal.
Hasta el momento no se ha visto el impacto en la economía mexicana del paquete de 485 mil millones de pesos que anunció Arturo Herrera, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP), con la finalidad de dinamizar tanto la infraestructura, como las pequeñas o medianas empresas. Una buena medida para reactivar la economía, un poco tardía en llegar, pero más lento está resultando en la aplicación del presupuesto asignado.
Para dejar en claro, esta desaceleración hasta ahora tiene componentes internos por las decisiones de la Presidencia de la República, más la política económica aplicada desde el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2018; sin embargo, en este trimestre pudieran recibirse coletazos significativos por factores internacionales que están por definirse, que van desde la salida de Inglaterra de la Unión Europea, la deuda de Italia, la elección de Argentina, la guerra comercial entre Estados Unidos contra China, ni que decir de la eventual guerra petrolera o las pasmadas negociones para que se firme el tratado de comercio de México, Estados Unidos y Canadá.
Sin embargo, la Junta de Gobierno del Banco de México toma una oportuna decisión por bajar la tasa con lo que haría atractiva la inversión.
¿Estarán listos los gobiernos para emprender correctas narrativas de comunicación política? Decía Andrés Manuel candidato que entre más desempleo, más inseguridad; hoy la realidad ya rebasó al presidente Andrés Manuel, pues está creciendo la inseguridad, también el desempleo, y más la disparidad de oportunidades; ahora se abre más la brecha entre el norte contra el sur, incluso dentro de las mismas entidades se vive ese desequilibrio, hoy tiene más prosperidad Nuevo Laredo que Victoria en Tamaulipas, hay más flujo de efectivo en Tuxtepec, que en Teotitlán del Valle en Oaxaca. ¿Cómo impactará en las economías locales?
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