La eterna e irreconocible dualidad
Solo faltaba que el avance de los malos profundamente arraigados en las regiones del Istmo, Costa, Cuenca y los Valles Centrales de Oaxaca principalmente saliera a flote y casi al terminar este aciago año, el ajuste de cuentas produjo ya seis asesinatos aparejado al de dos mujeres con el método ahora favorito utilizado por los sicarios de esos grupos que por las olas de violencia experimentadas en otras entidades y más recientemente en el vecino Estado de Chiapas, amenaza con extenderse y establecerse como algo cotidiano en la capital del estado.
A los descuartizados, ultimados en la región del Istmo principalmente, ahora vemos con terror que aun con las declaraciones alegres de las instancias oficiales como que los crímenes y asesinatos están disminuyendo, que se investigan los atentados y asesinatos con “los más altos estándares de profesionalización y con criterios de género”, estos crecen y no importando el lugar ni la hora se multiplican peligrosamente afectando el frágil estado de gobernabilidad que padecemos.
Chiapas, Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Sonora, Veracruz, Zacatecas y ahora para nuestra desazón se suma Oaxaca, son de los Estados en donde la violencia del crimen organizado se ha arraigado, sin que en otras entidades más dejen de padecerlo, ante la omisión, el ocultamiento, la inacción o de plano los discursos y la atención sobre todo a asuntos totalmente intrascendentes que dan a pensar que es una estrategia premeditada para desviar la atención o dejar que el desgaste rápido de las noticias como sucede en estos tiempos de redes y medios de comunicación de fácil acceso por medio de la internet, deje al menos momentáneamente el interés de la opinión pública como por desgracia está sucediendo con la ignominiosa desaparición de la activista ayuuk y su pareja, así como la ultimación de las artesanas recientemente. Cursos de capacitación, redes de mujeres por “la paz”, conferencias periódicas, acusaciones, señalamientos de gobernantes pasados, inauguraciones de obras sin terminar “nunca antes hechas”, extrañamente programadas o sin ser prioritarias mientras aumentan angustiosamente los crímenes y ajusticiamientos, la falta de agua entubada que las lluvias atípicas disminuyeron providencialmente o el aplazamiento indefinido del basurero para la capital que cuesta millones de pesos mensuales en ya casi dos años consecutivos, parecen temas de menor rango o que la divina providencia resolverá para beneplácito de los responsables de los diferentes órdenes de gobierno.
Para el inminente 2025 debemos agregar otro cataclismo más como si algo nos faltara, ante la falta de recursos líquidos sobre todo de la federación de donde entidades como Oaxaca sobreviven ya que más el 80% de lo que se puede disponer en nuestro estado proviene de los recursos federales que por cierto en la última entrega de resultados de la Auditoría de la Federación de la cuenta del ejercicio pasado una buena cantidad de millones de pesos fueron observados y a reserva que en tiempo y en forma pueda la actual administración estatal y no pocosayuntamientos justificar, podrían enfrentar la vía judicial de no hacerlo y que al no aplicar una reforma hacendaria y a no tener algo en los fondos de contingencia agotados por la administración pasada, poco se podrá hacer para conservar las asignaciones del ejercicio que está concluyendo.
Para el caso de la aplicación de la revocación del mandato aunque pudiera haber demandas de diferentes grupos, partidos o liderazgos locales y nacionales, la ley está diseñada y aprobada a modo de tal manera que aunque los dos requisitos previos de solicitud y firmas necesarias para el remoto caso que procediera, se tendrían que lograr poco más de 1 millón 400 mil sufragios y que la actual administración dejara el gobierno, quedando poco margen para una salida civilizada al estado de violencia, frágil gobernabilidad, deterioro de la convivencia social, el respeto a los diferentes y el reconocimiento de la pluralidad.
El clima de bipolaridad social y de administración del bien común que vivimos, por un lado la violencia inaudita, el dominio de los malos de cada vez más territorio, sindicatos, negocios, el cobro de piso, los ajustes de cuentas y la inseguridad creciente y por otro, los responsables de los gobiernos ocupados o distraídos en actividades y acciones que parecerían para otros tiempos en que si alguna vez los hemos experimentado, se puede dar rienda suelta a manías, fijaciones y proyecciones personales lejos de las obligaciones y responsabilidades que los encargos les confieren.
A estas alturas de nuestra compleja situación social, de poder, de las conductas de quienes deben servir, de mandar obedeciendo, parece que como dice el dicho popular: Ya nos cargó el payaso y ante los cambios impuestos por los del grupo en el poder la salvación a la mano es el imperialismos yanqui.
Gerardo Garfias Ruiz