Economía en sentido contrario: Banamex
Juan Ma: Vuela tu vuelo
Hace algunos años escribí un artículo sobre el hoy héroe cuasi dios único del nacionalismo revolucionario de eso que hoy llaman izquierda que causó escozor y algunos recordatorios familiares por haberle llamado el goloso de Yelató que hoy leo con grata sorpresa así también lo llama un brillante historiador oaxaqueño que junto a otros más le han dado un giro académico fundamentado a los dichos de personajes sobre todo de la ciudad capital que sin pena se autonombran historiadores, tan llenos de verdaderas fábulas orales como la que en la esquina el personaje convertido en héroe comió unas memelas antes de redactar sus prolegómenos que lo convirtieron en lo que los libros oficiales han adoctrinado a varias generaciones después de los 60 del siglo pasado. Valga la ocasión también para recordar a una de las profesoras que me dejaron nefastos recuerdos como la que acaba de ser cesada por tirar con desprecio y amargura los cuadernos de sus alumnos de primaria, cuando al termino de la lectura de historia le pregunté ante su hastío por mis continuas dudas si Zapata y Pancho Villa comían o iban al baño porque como los describían en los libros de texto gratuitos no parecían seres humanos sino semi dioses, para ganarme sendos reglazos en las manos y ser parado en un rincón del salón de clases por el resto del día ante las risas burlonas de mis compañeros de clases que repetían a coro las lecturas sin que pareciera siquiera preguntarse algo similar o al menos curioso.
Y es que esta forma de afianzamiento ideológico de eso que llaman revolución mexicana después del triunfo del movimiento de 1910, adquiere en estos tiempos un resurgimiento del nacionalismo revolucionario que en el siglo pasado se barnizó de izquierda con medidas como declarar en la Constitución General que el Estado proveería a la niñez de una educación socialista, las nacionalizaciones de las industria del petróleo y la electricidad así como la creación de los mitos de los héroes “que nos dieron patria y libertad” entre los que sobresale el del oriundo de Guelatao que a finales del siglo IX inició su “blanquitud” dejando de lado episodios reales como el ignominioso tratado MacLane-Ocampo o las medidas legislativas para el desconocimiento de la propiedad comunal a pesar de su origen zapoteca. Y ni qué decir de su “modesta y austera” forma de vivir como presidente que el periodista Pablo Majluf puso en evidencia en un trabajo de investigación quedando al descubierto y enriqueciendo la otra sobre las costumbres, gustos y preferencias de comidas, postres y bebidas a partir de las extraordinarias notas sistemáticas del cocinero del prócer oaxaqueño que entre otras peculiaridades cobraba un sueldo mensual de 30 mil pesos equivalentes hoy día a 12 millones setecientos mil pesos anuales, es decir un millón sesenta mil pesos mensuales, acciones en la industria minera y ferrocarrilera, propiedades en el Portal de Mercaderes, en la hoy República de Uruguay en las inmediaciones del Palacio Nacional, una casa en la calle de Coronel en la capital oaxaqueña así como una finca de su esposa en San Cosme.
Una calesa tirada por caballos, alhajas y piedras preciosas, muebles, menajes, espejos, candelabros, la espada de Maximiliano que entre propiedades y otras pertenencias acumuló una fortuna de 151 mil 233 pesos en su época y que de acuerdo a las conversiones hechas por Majluf, para la actualidad significarían unos 64 millones de pesos, que por el tiempo en que fue presidente de México devengó del erario público a precios actuales la friolera de 139 millones de pesos que es compatible con los que fue su herencia y sus gastos de vida: Solo como corolario sibarita habrá que mencionar sus gustos y preferencias por el Jerez, los vinos importados de Burdeos y una que otra copita de rompope.
En esa línea y citando a los aspirantes a una senaduría que más bien parecen cenadurías de fritangas, leo con estupefacción y recelo las declaraciones de estas y estos ínclitos personajes que en su mayoría cienes de veces paisana dixit, expresan sus ofertas y ofrecimientos de ser fundamental y exclusivamente gestores de sus probables representados en la ya desgastada labor de con el apoyo del partido en el poder o los arreglos para apoyar las iniciativas y medidas del ejecutivo en turno, lograr las dádivas y alguna que otra obra de beneficio social lejos, bastante lejos de las funciones y delicadas responsabilidades que podrían tener en tanto instancia toral de la Unión. Será conveniente que sepamos antes de emitir nuestro voto lo más informado posible lo que sostienen estos aspirantes en asuntos como torales como la firma, ratificación y sobre todo observancia puntual de los tratados internacionales que son o serán ley suprema como el 160 de la OIT que en Oaxaca es de vital importancia para los Pueblos y Comunidades Originarias.
Gerardo Garfias Ruiz