Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
CIUDAD DE MÉXICO, 25 de marzo de 2019.- Cabe la posibilidad de que uno se demasiado ignorante y no entienda nada de nada.
Pero lo que vemos en estos primeros meses de Cuarta Transformación es una seguidilla de errores y ocurrencias que están lejos de llevarnos a buen puerto.
Que el presidente se reúna a escondidas con Jared Kushner, el yerno de Trump, en la casa del número dos de Televisa para tratar asuntos de Estado, ¿es parte de la Cuarta Transformación?
Del encuentro informaron después de que se había realizado (obviamente se iba a filtrar), y según ellos sólo hablaron de altruismo en América Central.
No es creíble. El interés de Trump en este momento se llama Venezuela, y nos dicen que únicamente hablaron de inversiones productivas en países vecinos.
Horas antes de la reunión Kushner-AMLO, el departamento de Defensa de Estados Unidos liberó tres mil 600 millones de dólares para construir el muro en la frontera con México, según informó el Pentágono el pasado martes.
¿Qué dijo nuestro presidente? “No se tocó el tema del muro”.
La reunión Kushner-AMLO se realizó horas después de que Jair Bolsonaro y Donald Trump se pronunciaron, en la Casa Blanca, en favor del muro en la frontera con nuestro país, para frenar a los migrantes que “mayoritariamente son indeseables”.
¿Qué dijo sobre eso el presidente de México al enviado de Trump?
México se ha convertido en “el tercer país” para retener aquí a los migrantes centroamericanos que tramitan asilo en Estados Unidos, algo que no había ocurrido nunca.
¿Ese “decoro” es parte de la Cuarta Transformación?
Hacer una refinería cuyo costo se va a disparar por encima de los diez mil millones de dólares (información del Instituto Mexicano del Petróleo, IMP), cuando no es una prioridad ni aportará mayores beneficios, ¿es la gran obra de la Cuarta Transformación?
La única manera en que nos beneficie esa refinería es subsidiando el precio de la gasolina. Si de tirar dinero se trata, se puede subsidiar sin gastar diez mil millones de dólares en construirla.
Entre tener o no tener una refinería nueva es mejor tenerla, si sobrara el dinero.
Para construir la refinería se convocará a cuatro empresas, sin concurso público.
Insólito: para evitar corrupción, se rechaza la licitación abierta y la obra se asigna por dedazo a cuatro empresas (acusadas de prácticas corruptas en diferentes partes del mundo).
Pemex ha asignado obras, sin licitar, por dos mil 300 millones de dólares tan sólo al arranque de la administración. ¿Cómo se llama eso? Antes se llamaba corrupción.
Es difícil de entender esta 4T.
La otra gran obra será el Tren Maya, que según el gobierno va a costar entre 120 mil y 150 mil millones de pesos, pero de acuerdo con un estudio del IMCO el costo ascenderá entre 480 mil y un billón 600 mil millones de pesos.
Como se sabe, prácticamente todos los ferrocarriles en el mundo operan con algún tipo de subsidio.
¿Así vamos a distribuir mejor el ingreso, perdiendo caudales dinero en una refinería y en un tren que requerirán subsidios?
¿De esa manera van a tener más quienes hoy tienen menos?
Un intento de reducir la brecha de la desigualdad ha sido la alteración salarial en el sector público. Quitan a unos para dar a otros. ¿Ese es el camino?
Veamos: Un chofer auxiliar de dirección en una secretaría de Estado (STyPS), gana 19 mil 99 pesos al mes a partir de este año, en tanto que un profesional ejecutivo de servicios especializados de recursos financieros de esa secretaría gana 18 mil 991 pesos al mes (nota de Ixel González, El Financiero 15-3-19).
Nos ilustra Ixel: un chofer de servidor público en las secretarías de Gobernación, Cultura, Turismo, Economía, Relaciones Exteriores, SEP e IMSS gana más que Profesionales Dictaminadores de Servicios Especializados y Técnicos Administrativos B.
Para un chofer la escolaridad requerida es de bachillerato, y para un Auditor B (que ganan menos), se requiere carrera terminada o pasantía en Contaduría, Matemáticas, Actuaría, Administración o Derecho.
¿Cuál es la lógica? Ocurrencias.
La 4T, quitó presupuesto a las nueve mil 400 estancias infantiles, donde 330 mil mujeres trabajadoras dejaban a sus hijos en manos profesionales.
Quitó todo el presupuesto a cinco mil comedores comunitarios como parte de “una limpia de corrupción en programas sociales”.
En esos comedores se alimentaban 622 mil personas de escasos recursos que, por 10 pesos, comían “un menú cotidiano que se compone de chilaquiles, tortitas de verduras, pechuga asada, arroz, frijoles, ensalada y huevo”, describe Víctor Ortega en una breve pero excelente crónica en El Universal.
¿Hay corrupción en algunos comedores infantiles? Probablemente sí, como también la hay en el IMSS, pero no por eso van a cerrar el Seguro Social.
La 4T cerró las obras de un mega aeropuerto que se pagaría solo, un buen negocio para el gobierno, y hará otro (Santa Lucía), que va a costar y tiene un inconveniente al operar de manera simultánea con el actual AICM: habrá menos vuelos en la capital del país.
Vamos a gastar en hacer otro aeropuerto, para que haya menos vuelos.
¿En qué consiste entonces la Cuarta Transformación?
Este martes comentaré qué sí es.