Historia y literatura dan vida a La dulce tinta de Al-Jawater
CIUDAD DE MÉXICO, 27 de marzo de 2022.- Hasta 2007 la comunidad de Santa María Quiegolani tenía definido cuál debía de ser el destino de las mujeres indígenas.
Ese año, una joven quien no pudo convertirse en presidenta municipal desafió los usos y costumbres que dictaban que las niñas debían servir a los varones de la casa.
Contraer matrimonio antes los quince años, ser madres siendo adolescentes y no aspirar más allá de las labores domésticas.
Eufrosina Cruz en 2007 pudo ser presidenta municipal a pesar de contar con los estudios y los votos suficientes para ello, pero tampoco fue la niña que se resignó a seguir un camino donde no pudiera decidir sobre su vida y su cuerpo.
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