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OAXACA, Oax. 5 de febrero de 2021.- La política oaxaqueña Eufrosina Cruz se convirtió en un referente nacional y mundial desde su lucha como mujer indígena para reclamar espacios de participación en las comunidades de Oaxaca.
En el film La revolución de los alcatraces se da cuenta de esta lucha personal que inicia cuando le niegan el derecho a ser presidenta municipal de Quiegolani, en la Sierra Sur.
La proyección mundial que se reflejó en las múltiples invitaciones a participar en foros internacionales, así como ser reconocida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como una de los 100 liderazgos que han movido al mundo, le ha permitido expresar lo que muchas mujeres indígenas no han podido decir.
“Que nadie se ampare en la costumbre para violentar a una mujer, que nadie se ampare en la cotidianidad para decir: eso es lo que te toca, no, los usos y costumbres de nuestra comunidad son otra cosa, son nuestra fiesta, nuestra alegría, nuestra lengua materna, nuestra vestimenta, pero no la detención de la capacidad de una mujer para aportar al desarrollo de esta sociedad”.
Gracias a esa lucha, a más de 15 años, ahora en Oaxaca ya las mujeres pueden votar y participar para un cargo en sus comunidades que se rigen por sistemas normativos indígenas, y también le permitió ser diputada local y presidente de la mesa directiva del Congreso de Oaxaca, la primera mujer en la historia en ocupar esa posición.
Su proyección internacional se puede decir que inició en el reportaje publicado en febrero de 2008 en el periódico El País de España, titulado La rebelión se llama Eufrosina Cruz.
En su actividad más reciente, como integrante del gabinete del gobierno de Oaxaca, continuó su empeño para vencer los retos que continúan en las comunidades indígenas, en donde la pobreza y marginación juegan un papel muy importante, pero nada que con voluntad y trabajo se pueda vencer.