Los fantasmas de Toño Malpica llegan a la FILO
OAXACA, Oax., 30 de junio de 2016.- Allá, en el cerro más alto y más pedregoso del Sur, donde el silencio era el ruido más estruendoso en la madrugada, descrito por el narrador jalisciense Juan Rulfo (1917-1986) en el cuento de Luvina, cientos de pobladores y lectores se reunieron para celebrar el sexto Maratón de Poesía de Oaxaca.
En el encuentro, organizado por el director de la editorial Pharus, Jesús Rito García, participaron los habitantes de San Pablo Macuiltianguis y San Juan Luvina, así como integrantes del Círculo Rulfiano de la Ciudad de México se informa en un comunicado.
En esa comunidad enclavada en la Sierra Norte, se realizó la lectura masiva del cuento que tomó el nombre de la comunidad y que describe un pueblo alejado, opaco por la neblina, “donde anida la tristeza”.
De la misma forma, los turistas culturales leyeron textos de su autoría, pasearon, durmieron en las cabañas y consumieron los productos de la localidad, con lo que contribuyeron a la economía de la población.
En entrevista, el organizador resaltó que este encuentro se ha desarrollado principalmente en la ciudad de Oaxaca, sin embargo, en esta ocasión se buscó llevarlo a otro lado para promover la cultura en distintas partes de la entidad.
“En estos momentos que atraviesa Oaxaca, la lectura y la creación artística son un mecanismo de defensa, un arma con la que se lucha desde todos los flancos”, afirmó el también autor de ‘Recuerdos que no emigran’, editorial Praxis.
El impulsor del festival ‘Abasto de letras’ en la Central de Abasto de la ciudad de Oaxaca, aseguró que es indispensable fomentar en todas las generaciones la vocación por la lectura, ya que es un método de resistencia.
Recordó que durante el Maratón de Poesía, los lectores y los pobladores de la comunidad intercambiaron ideas y mantuvieron un diálogo respetuoso, que motivó el interés de los jóvenes en la lectura.
“Las autoridades municipales se involucraron de tal forma que incluso solicitaron una asesoría para el funcionamiento de una biblioteca en la comunidad, lo que representa una nueva concepción de la cultura”, indicó.
Allá, en esa población que en la época que fue visitada por Juan Rulfo no existía más que el ruido del silencio y la descalificación de quienes vivían en los alrededores, se gesta una nueva generación de personas que hacen de la lectura en voz alta, el murmullo de la Sierra.