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Con las exposiciones Gráfica y Un informe para una academia, de Toledo, el IAGO conmemora su 33 aniversario
Las muestras iniciaron el 17 de diciembre en el IAGO Alcalá y Juárez
El Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) celebra un aniversario más de fundación con las exposiciones Gráfica y la carpeta Un informe para una academia que muestra la obra de su fundador, el artista Francisco Toledo.
Hazam Jara, director del IAGO, recinto que fue creado hace 33 años, dijo en un comunicado que “la mejor forma de conmemorar un aniversario más es abriendo exposiciones que recuerdan la vocación del espacio y mostrando la obra del fundador.
El maestro Toledo a lo largo de su carrera exploró distintas técnicas artísticas, destacando su gran producción gráfica”.
“En Gráfica, exposición montada en el IAGO Alcalá, podrán ver una pequeña retrospectiva de la obra gráfica que el artista trabajó en los talleres de Mario Reyes, en la Ciudad de México de 1968 a 1999, y Fernando Sandoval, en Oaxaca de 1999 a 2018, y en el IAGO Juárez la carpeta que realizó a partir de la obra literaria Informe para una academia, de Franz Kafka, ambas muestras abren el 17 de diciembre”, expresó Jara.
Gráfica, de Francisco Toledo
Toledo comentó, en una entrevista en 2018, que Mario Reyes guardó en su archivo todas las pruebas de estado, “en la exposición podrán ver todas mis indecisiones, las búsquedas de color, la primera impresión del dibujo a pura línea, lo que se trabaja aparte para hacer las manchas a color y así se darán cuenta que la edición definitiva muchas veces no tiene que ver con las pruebas que se presentan”.
También podrán ver lo que el artista trabajó en el taller de Fernando Sandoval, algunas de las series más recientes tienen que ver con los temblores que afectaron el Istmo de Tehuantepec en septiembre de 2017 y algunos autorretratos.
Francisco Toledo dijo que en la época en que empezó a trabajar con Mario Reyes en México, la gráfica no tenía la difusión que tiene ahora en galerías.
“Cuando yo estaba en México, en los setentas u ochentas no se vendía la gráfica, los únicos que vendían eran Rufino Tamayo y José Luis Cuevas, salían a Nueva York y Francia, ahí trabajaban en los talleres y traían sus copias a México, ellos preferían hacer litografía y su obra se vendía muy bien, fuera de ellos no circulaba mucho la obra gráfica”.
Agregó que al “Taller de la Gráfica Popular nunca le interesó comercializar lo que hacía, más bien era para regalar, porque hacían volantes, sobre todo buscaban difundir un mensaje político, no buscaban vivir de eso”.
Toledo comentó que hizo algunos libros como el Chilam Balam, La iguana y Trece maneras de mirar a un mirlo, todos fueron editados por la Galería Arvil y quizá también la Galería López Quiroga realizó uno o dos libros”.
Recordó aquellos años en que trabajaba en el taller de Mario Reyes, cuando en una ocasión estaban haciendo la serie de Indios remisos, con placas con las que habían hecho grabados de imágenes religiosas.
“Los de la Galería Arvil habían comprado un lote como de 50 placas y se me ocurrió agregarles algo e invente una historia alrededor de lo que había en ellas, que eran cobres con una dureza muy especial, eran placas viejas que las martillaban para aplanar, eso les daba la dureza.
“Cuando empezamos a trabajar esas placas le pusimos el barniz y yo le ponía lo que se me iba ocurriendo, al entrar al ácido éste no hacía su efecto, Mario Reyes se asustó y dijo que teníamos que dejar de hacerlo, que nos estaban diciendo que no lo hiciéramos porque era un sacrilegio, le contesté que no creía que fuera eso, le pedí que dejara la placa más tiempo en el ácido, pero seguía muy preocupado, al final si grabó y Mario se quedó tranquilo, se dio cuenta que no era castigo de Dios”, detalló Toledo.
Las imágenes de las que habla el artista las realizó antes de que Carlos Monsiváis publicara el texto: Nuevo catecismo para indios remisos, que escribió a partir de la obra de Toledo.
Francisco Toledo es un artista que tiene una gran producción en obra gráfica, en la entrevista explicó que hay: pintores-pintores y hay: pintores-dibujantes, como ejemplo de pintor-pintor citó a Rufino Tamayo y pintor-dibujante a José Clemente Orozco de quien el dibujo es muy importante en toda su obra.
“Durero es un pintor-dibujante, tiene mucha gráfica, pero en su pintura se ve que predomina de cierto modo el dibujo, antes que el color. Creo que yo soy un pintor- dibujante”, indicó el fundador de espacios culturales en Oaxaca.
“Creo que en mi caso mis mejores grabados son en blanco y negro, pero también me interesa el color. Tengo una formación gráfica desde temprana edad cuando llegué a estudiar a Oaxaca en 1953 a la Escuela de Bellas Artes y en 1955, a la edad de 15 años, entré al taller de grabado de Arturo García Bustos, continué en la Escuela de Diseño y Artesanías en la Ciudadela en la Ciudad de México, después en París hice litografía y a mí regreso continué con el grabado en madera y metal. He hecho cerámica, objetos, dibujos, pinturas y acuarelas, un poco de todo, creo que en los libros que Banamex editó de mi obra se puede ver que hay un artista que se ha metido en todo”.
En el IAGO Juárez podrán admirar la carpeta Informe para una academia que cuenta con 16 grabados al aguafuerte, punta seca y azúcar, impresos en el año 2005 en la ciudad de Oaxaca y forman parte de la Colección Toledo-INBA.
Exposición en IAGO Juárez
Un informe para una academia es una serie de grabados que el artista realizó a partir de la obra literaria Informe para una academia, de Franz Kafka. La carpeta constituye una recreación visual del argumento de dicha obra y una profundización en las reflexiones del escritor checo a partir de la representación de determinadas escenas cuyo personaje principal es el mono.
Las exposiciones podrán ser visitadas en ambas sedes del IAGO, el primer espacio abrió sus puertas en noviembre de 1988.