Una manera de autocuidado es nombrar lo que sentimos: Iveth Luna Flores
OAXACA, Oax., 31 de octubre de 2018.- Con motivo de las celebraciones de los Fieles Difuntos, la Biblioteca Pública Central Margarita Maza de Juárez, de la ciudad de Oaxaca, alberga la exposición de altares de las 8 regiones del estado. Cada uno de los altares conserva la manera peculiar de ser construido o el tipo de guisos representativos de cada región. En Tamazulapam de Progreso, en la región de la Mixteca, la celebración inicia desde el 31 de octubre, fecha en que el altar ya debe estar puesto. En Tlacolula de Matamoros, durante las celebraciones de Día de Muertos, la pared principal de la pieza se cubre con imágenes del Santo Patrón. En la región de la Sierra Sur, en Sola de Vega, los abuelos cuentan que el día primero es la llegada de los angelitos en punto de las doce del día; pare ellos se prepara y se pone en el altar una taza de chocolate. En Capulálpam de Méndez, en la región de la Sierra Juárez, la celebración empieza desde el 23 de octubre con el rezo de la novena a los fieles difuntos; el altar lleva un arco hecho de caña el cual se le cuelga fruta con tallo, y tres cruces de papel color negro. En el Istmo de Tehuantepec, específicamente en la Heroica ciudad de Juchitán, anteriormente enterraban el cordón umbilical de los recién nacidos en el interior de la casa; de igual manera enterraban a sus muertos en sus patios y jardines.En San Felipe Usila, en la Cuenca del Papaloapan, el altar se instala sobre una mesa en cuyas esquinas se amarran postes del árbol llamado jonote, para lo cual se utiliza bejuco; en el fondo de la mesa se colocan imágenes de los Santos. En la región de la Cañada, en Santa Maria Chilchotla, la estructura básica del altar de muertos conste de dos arcos. En la región de la Costa, en Pinotepa Nacional, desde días antes del 31 de octubre, las personas van a los montes a buscar los bejucos y varas para armar su altar, y prepara las conservas que serán dispuestas en ella.