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OAXACA, Oax., 21 de agosto de 2016.- El escritor y lingüista zapoteca, Víctor Cata, exigió a nombre de su familia justicia y el esclarecimiento del asesinato de su hermano Rolando Vásquez Castillejos, ocurrido la noche del 16 de agosto, en el tramo de la carretera Álvaro Obregón-Juchitán.
En conferencia de prensa en su domicilio en Juchitán, el maestro en Lingüística Indoamericana, acompañado de integrantes de su familia expuso la petición dirigida al presidente Enrique Peña Nieto, a la titular de la Procuraduría General de la República, Arely Gómez Gonzalez y al gobernador Gabino Cué.
Pidió que la muerte del fundador de la COCEI Nueva Generación y dirigente del PRD no sea un número que aumente las cifras de tantas personas asesinadas, en este caso, por tener una ideología, un trabajo de gestoría social y una opinión política.
“Exigimos que se investigue de manera seria y responsable su crimen. Exigimos que no se nos prive de los privilegios que ofrece vivir dentro de una sociedad democrática participativa, donde debe existir el derecho a tener una voz y emitir una opinión propia, a tener una seguridad social, a que se nos respeten nuestras libertades y nuestros derechos humanos”, planteó.
Recalcó que el asesinato de Rolando Vásquez Castillejos, ha causado una profunda indignación dentro de la sociedad juchiteca. «Una sociedad que ha sido castigada hoy más que nunca, una sociedad que mira con horror e impotencia tanta sangre derramada de tantos crímenes sin castigo y archivados», dijo.
“Hoy mi casa, la casa de mis padres, la casa de mi cuñada, como en tantas casas mexicanas hay luto y duelo. Vivimos en un país que flota en un mar de sangre. Queremos tener confianza en la justicia, por eso exigimos con justa indignación que el asesinato del licenciado Rolando Vásquez Castillejos no quede impune como tantos otros”, recalcó.
Por último, la familia Vásquez Castillejos y la familia Vásquez Robles exigieron que cese la violencia en Juchitán, para que los habitantes vuelvan a transitar sin miedo por las calles y a “sentarse otra vez a la puerta de sus casas a disfrutar de una jícara de agua, que es la vida.”