Economía en sentido contrario: Banamex
OAXACA, Oax., 20 de agosto de 2017.- En este mes de Agosto del 2017 la Legislatura 63 de la Cámara de Diputados del Estado oaxaqueño, aprobó la eliminación del Fuero en el Estado por medio de una Iniciativa Preferente que envió el gobernador Alejandro Murat.
A bote pronto se debe aplaudir este tipo de iniciativas, pues nadie en su sano juicio puede permitir que algunos ciudadanos gocen de privilegios ante la ley y además se pretende hacer entender que la eliminación del Fuero es un instrumento para combatir la corrupción.
Desde nuestra perspectiva se ha pretendido presentar el Fuero como un privilegio y fuente de arbitrariedad que va de la mano con la inmoralidad política, por lo tanto, ante la opinión pública los actores de la desaparición del Fuero quieren aparecer como los padres de la moralidad política.
Nada más falsa esta apreciación, el Fuero es una institución política que surge de la necesidad de redistribución del poder político, por ende, es una institución democrática del Estado moderno. Una institución eminentemente política que nace para equilibrar los poderes públicos. Querer asignarle al Fuero una connotación de privilegios es una estrategia de los pensadores autoritarios.
El Fuero es una institución que se estableció desde la existencia de la monarquía absoluta europea, desde luego, no llamado de esta manera pero con igual espíritu. Lo establece el parlamento inglés para fortalecer la libertad de la misma ante el poder del monarca, fue un medio para evitar que la facultad del rey de juzgar y de aplicación de penas abusara de ello y limitara la acción del parlamento.
El principio fue que a los parlamentarios sólo pueden ser juzgados por sus propios pares. El Fuero por tanto, es una institución política para la defensa de la autonomía ante el poder autoritario, dictatorial o absoluto, o como lo definió el jurista Tena Ramírez: “proteger a la función de los amagos del poder o de la fuerza”.
De acuerdo a lo anterior, el Fuero no es un privilegio, una inmunidad, un abuso, una prerrogativa, sino una protección en contra de gobernantes arbitrarios, déspotas, locos, autoritarios, en contra de jueces corruptos, venales, en contra de fuerzas extra estatales como las fuerzas económicas, crimen organizado o presión de otro tipo de organizaciones.
Lo esencial de esta institución es mantener el equilibrio entre los Poderes y el proceso democrático de gobierno. Está muy claro que no se protege al individuo sino a la función que se desempeña, en este caso de los legisladores tanto federales como locales.
Para nuestro gusto los legisladores son los únicos que deben de gozar de Fuero, es ideal su existencia en el régimen democrático y de la existencia de parlamentos o legislativos independientes, autónomos, responsables y garantes de la ley. El legislativo debe ser la expresión más acabada de la sociedad en el régimen político.
Así, el Fuero está asociado a la función legislativa y a la vigilancia de los demás poderes. De esta manera, el Fuero exime a los legisladores o de la persona que la Constitución protege, de ser detenido, preso, procesado, juzgado sin previa autorización del órgano legislativo al que pertenece, sobre todo, protege a los legisladores de acusaciones sin fundamento.
El hecho de gozar de Fuero no exime a los poderes del Estado de ser responsables por violaciones a la Constitución de la República y a las leyes federales y locales, así como por el manejo y aplicación indebida de fondos y recursos federales y locales. El Fuero, por tanto, no protege el uso indebido de los fondos públicos pues no exime de responsabilidad a nadie, incluyendo a los legisladores. Por tanto, se confirma la naturaleza política del Fuero.
Las sanciones por el uso indebido de los fondos públicos, la Constitución General de la República es muy clara.
Cuando se usan en forma indebida los intereses fundamentales de la Nación se procede mediante el Juicio Político. Se usa la legislación penal aplicable en actos de corrupción. Por sanciones administrativas cuando no se demuestra legalidad, honradez, imparcialidad y eficacia que se debe observar en el desempeño de algún empleo, en este caso se aplican medios como la amonestación, suspensión, destitución, inhabilitación y sanciones económicas.
Para los gobernantes es importante destacar que son responsables políticos cuando atentan contra los valores esenciales y democráticos de la Nación y de la vida republicana; son responsables administrativos cuando no usan legal y eficientemente los recursos públicos a su cargo; son responsables penales cuando cometen delitos sancionados por las leyes.
Como se puede observar, la extensión del Fuero a funcionarios de la administración pública y en los órganos autónomos ha sido una exageración y un mecanismo de impunidad para los gobernantes. Que no se quiera engañar al pueblo por razones electorales, la desaparición del Fuero es demagogia, populismo autoritario y un atentado a los equilibrios de los poderes del Estado.
Los diputados oaxaqueños se sometieron a disposición del poder, debilitaron al Congreso, se volvieron vulnerables ante los caprichos y abusos del Ejecutivo, que la historia los juzgue.