Aunque lo nieguen, sí hay terrorismo
¿Y tu nieve de que la quieres? Ante esa expresión que puede envolver realidades de “apoyos” o no a un Municipio, la respuesta desde el movimiento municipalista es, “mi nieve de limón se la toma con Federalismo”. Lo lamentable de este desagradable acontecimiento es que se sigue viendo al Municipio como un ente menor de edad, sin capacidad, lleno de podredumbre entre otras cosas y no sólo por parte de quien preguntó, sino lo que es peor, por quien generó la aplicación del popular refrán. Pero el evento da para tratar de explicar algunas cosas sobre el Gobierno Municipal.
Constitucionalmente los Ayuntamientos tienen tareas muy específicas y concretas, además, son un Gobierno de un orden específico, con territorio perfectamente definido. El que por control, ha sido sometido a las medidas legales más anticonstitucionales y a los que les han adjudicado las tareas que los estados y la Federación no atienden por incapacidad y debido a sus altos grados de ausencia de planeación y alta corrupción; y cuando algo de sus tareas olvidadas hacen, dicen fue en apoyo a los municipios.
Por la vía de los hechos se dan a los gobiernos municipales tareas y se les limitan las facultades que la ley les concede, de tal manera que el condicionamiento llevado de la mano con el ansia de “bajar” recursos sigue sumiendo al Municipio en condiciones que hacen regresar al federalismo a las eras del feudalismo, ya que si se permitiera desarrollar las potencialidades del desarrollo local, de menos la economía dejaría de ser dependiente de vaivenes globalizados y resistiría embates como las secuelas de la pandemia actual.
Ante la insensibilidad para el desarrollo local, el continuismo de someter y asfixiar a los municipios, que más da, ¿y la nieve, de que sabor se prefiere?