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A más de dos meses de que la Asociación de Bancos de México (ABM) presentara su proyecto para centralizar la red de pagos con tarjeta (RedM), la Asociación FinTech en México ha señalado que esta propuesta no se encuentra alineada con la regulación del sector, impide la competencia justa e incrementa significativamente los costos operativos de las empresas de tecnología financiera en particular.
La asociación recuerda que la tecnología financiera (fintech) ha mejorado los niveles de inclusión financiera en el país: los servicios de pago, crédito y préstamo, los pagos y las remesas, han contribuido a aumentar la bancarización de la población. Esto también es cierto en cuanto a inversión: las plataformas de trading que permiten invertir en BTCUSD han democratizado el acceso a los mercados. Gracias a ello, los usuarios con poco capital pueden operar con criptomonedas y muchos otros activos financieros, y disponen de herramientas de análisis sencillas y contenido didáctico pensado para principiantes.
No se puede negar que, gracias a los avances del sector fintech, México ha logrado una mejora significativa en inclusión financiera: de los aproximadamente 70 millones de usuarios del país, 4 de cada 10 nunca habían tenido una cuenta bancaria o servicio financiero tradicional. Según la asociación de fintechs, la propuesta de la ABM modificaría radicalmente el ecosistema de pagos con tarjeta, centralizaría las operaciones y afectaría negativamente su rendimiento, en oposición al sistema actual en el cual participan distintas entidades, con distintos roles.
La propuesta de RedM trabajaría sobre cuatro ejes:
Definición, evolución y cumplimiento de reglas operativas y de protocolo
Imposición de cuotas de intercambio al regulador
Niveles de servicio y segurida
Servicios de higiene de red y diseño de reglas y mecanismos de funcionamiento
La nueva red tendría un costo operativo de hasta 300 millones de pesos para gastos de nómina, herramientas y equipamiento, contratación y bonos, asesoramiento externo y compensación para el Consejo de Administración, según indicó el plan inicial del proyecto. Según la ABM, la propuesta contribuiría a reducir los fraudes con tarjeta, agilizar la entrada de nuevos participantes a la red y reduciría los costos para los participantes.
Imagen: Pexels
Independientemente del costo y la arquitectura de RedM, las más de 180 empresas que se agrupan en la Asociación FinTech de México insisten en el efecto negativo que este diseño de la red supondría para la economía digital de pagos. Por eso, buscan entablar un diálogo constructivo con ABM para crear una nueva propuesta que garantice la competencia, la eficiencia de mercado y el crecimiento de la red de pagos de México.
El presidente de la Asociación Fintech México, Felipe Vallejo, señaló que la propuesta de ABM favorece a los participantes más importantes de la banca tradicional de México, en detrimento de otros operadores, en cuanto a la toma de decisiones de RedM. De ser el caso, se mantendrían barreras que la misma Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) ha identificado en el pasado. Vallejo además señaló que la propuesta inicial de RedM es incompatible con la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de Servicios Financieros.
La propuesta de regulación presentada por la ABM representa un avance en materia de regulación de la economía digital mexicana, aunque también supone la pérdida de agilidad y flexibilidad en la capacidad operativa del sector fintech. Este último, bajo las condiciones actuales, ha logrado un crecimiento compuesto de 18.4 % entre 2019 y 2023, lo que ha contribuido significativamente en los niveles de inclusión financiera y bancarización en el país.
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