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CIUDAD IXTEPEC, Oax., 3 de julio de 2016.- Un total de 50 jóvenes de El Salvador, Guatemala y Honduras partieron este domingo del albergue de migrantes Hermanos en el Camino de Ciudad Ixtepec hacia el Centro de Protección Internacional para Adolescentes Centroamericanos (CEPROIAC) en la Ciudad de México, acompañados por el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra.
El CEPROIAC que fue fundado en septiembre del año pasado en la ciudad de Oaxaca, pero ante el aumento de las cifras de niños y adolescentes no acompañados que salen de Centroamérica y se dirigen directamente hacia el centro y norte del país, se decidió cambiar la sede del refugio a la Ciudad de México, dijo el sacerdote Alejandro Solalinde, defensor y fundador del albergue de migrantes Hermanos en el Camino, en Ciudad Ixtepec.
El párroco expresó que la migración de adolescentes de Centroamérica, cruzando por territorio mexicano con destino hacia los Estados Unidos, “sigue siendo crítica”, y se debe en gran parte a la ola de violencia que viven en sus países por la presencia de las pandillas, principalmente de la Mara Salvatrucha en Honduras.
“La migración sigue siendo crítica y sumamente dinámica porque el principal factor de expulsión obligada de los centroamericanos es la violencia, sigue estando en Honduras en primer lugar, en El Salvador, Guatemala y Nicaragua, las cifras también son altas, no solo es por la situación económica, también es por la violencia”, explicó Solalinde.
Aseguró que la inmensa mayoría de los jóvenes abandonan sus países, no por gusto, sino que prácticamente son expulsados al no aceptar ser integrantes de los “maras”.
“La violencia sigue en incremento, Honduras es el principal país que expulsa, porque ahí los maras los afilian y no ellos no quieren sumarse a la violencia en su país que cada vez es peor, por eso optan por salir”, consideró.
Los 50 migrantes que partieron este domingo en dos microautobuses rentados por los activistas del albergue Hermanos en el Camino, oscilan entre los 12 y 20 años de edad, toda vez que en Honduras, se alcanza la mayoría de edad a los 21 años.
Este domingo, entre lágrimas, los adolescentes fueron despedidos del albergue de migrantes de Ixtepec, y van acompañados por Elizabeth Lara, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y del propio sacerdote Alejandro Solalinde.
Alejandro Solalinde lamentó que México como país no sea sensible a la crisis que viven los menores de edad centroamericanos en sus comunidades de origen, y lejos de apoyarlos, los detienen y deportan utilizando la fuerza pública.
“El gobierno de México, la respuesta que ha dado a esta crisis humanitaria de seguridad nacional, ha sido de un operativo policiaco y pensamos que esa no es la forma de tratar esta tragedia que están viviendo los hermanos de Centroamérica”, apuntó el sacerdote.
Solalinde Guerra dio a conocer al menos 400 diarios menores de edad no acompañados ingresan de Centroamérica a territorio mexicano por el sur del país.
Ahora que ya no pueden viajar en tren, buscan nuevas rutas, sorteando todo tipo de peligros durante su travesía por México.