Guelaguetza en la vida cotidiana

OAXACA, Oax. 17 de julio de 2022.- Estamos en Lu’la, rodeados de plantas venidas de otros lados, con flores hermosas porque ahora lo que importa es que aquí se vea bonito, estamos en tiempos de guelaguetza dice la propaganda, aunque muy poca gente se acuerda de la esencia.

Ya solo unos cuantos indios comen guajes, para los turistas eso sería una comida exótica, quizá algunos restaurantes gourmet los ofrezcan en sus cartas, pero a un oaxaqueño promedio no le alcanza el presupuesto para adquirir eso compartió la organización en un comunicado.

Han gentrificado nuestra ciudad, los que antes vivíamos en las vecindades del centro de la ciudad hemos sido empujados a las colonias de las orillas, donde no hay agua. El agua que cae en la Sierra y aparece en los manantiales de San Agustín, es para los hoteles del centro, los hoteles de los nitos, o de los nuevos colonizadores. Estamos en tiempos de guelaguetza, hay que ofrecer lo mejor a los visitantes, aunque los nativos tengan que migrar para conseguir el sustento.

El Espacio estatal en defensa del maíz nativo de Oaxaca ha decidido alzar la voz para hacer saber al mundo que la guelaguetza no es folcklor, no solo es fiesta y baile, no son las bellas artesanías que ya no visten a las y los oaxaqueños porque ahora adornan al turista que puede pagarlas. La guelaguetza es nuestra forma de vida, no necesita practicarse en la canícula para evitar que alguien se moje.

Guelaguetza, gueza, guzuun, mano vuelta, es la forma de vida de los pueblos de Oaxaca, es mucho mas que solidaridad, porque con ella se establecen compromisos familiares y comunitarios que duran toda una vida. Cuando la gente del campo necesita ayuda para sembrar, le habla a sus familiares, a sus amigos, a la gente de su comunidad a que lo ayude a hacer el trabajo, a cambio tiene la responsabilidad de retribuir con su esfuerzo a quien lo ayudó.

La guelaguetza impuesta está hecha para acumular dinero, los beneficiados son los hoteleros, restauranteros, transportistas, agencias de viajes que tienen por objeto enriquecerse, nuestra Guelaguetza se hace sin dinero. Es rebelde aunque no se lo propuso, es antisistémica y eso le duele al capitalismo, por eso la quiere desaparecer, de la cultura de los indios solo quiere lo bonito, lo que agrada al ajeno, lo que es para los propios está siendo sistemáticamente destruido.

Para acabar con los indios en nuestras comunidades se imponen megaproyectos que lo único que pretenden es saquear la riqueza de la tierra para convertirla en dinero, aunque eso signifique destrucción de la naturaleza, enfermedad para los que allí viven, plantas, animales y personas, desplazamiento para los habitantes, porque su fuerza de trabajo la necesita el capital para que la deje en lo que ellos llaman fuentes de empleo.

Frente al avasallamiento que se nos impone hoy hacemos el llamado a los pueblos de Oaxaca a que voltee para atrás, a que busque en los saberes antiguos para que recordemos como tiene que ser nuestro futuro, quien no conoce su pasado no sabrá hacia donde caminar. Los invitamos a practicar cotidianamente la guelaguetza, que es lo que nos hace gente, que es lo que nos permite disfrutar en común el trabajo y sus productos, porque la guelaguetza es esencia de comunalidad.