Historia y literatura dan vida a La dulce tinta de Al-Jawater
OAXACA, Oax. 18 de julio de 2017.- La fiesta de los Lunes del Cerro, La Guelaguetza, volvió a cautivar a visitantes nacionales y extranjeros quienes recibieron del pueblo oaxaqueño un vistoso espectáculo cargado de música, color, tradición, alegría y gueza, dadiva u ofrenda, que a través de productos que se producen en su propia tierra, entregaron al público como un obsequio por su presencia.
En un comunicado, el gobierno de Oaxaca informó que la Secretaria de Cultura del Gobierno Federal, María Cristina García Cepeda, calificó a Oaxaca como Capital cultural que a través de la máxima fiesta de los oaxaqueños presenta con orgullo a México y el mundo, la invaluable riqueza que posee.
Al término de la presentación de la primera edición de la Guelaguetza, en la que acompañó al Gobernador Alejandro Murat Hinojosa, a la presidenta del DIF Oaxaca, Ivette Morán de Murat, y la Diosa Centéotl 2017, Rebeca Ortiz Santibáñez e invitados especiales; la funcionaria federal aseguró que ésta fiesta folclórica es la “celebración del corazón de Oaxaca, de su cultura, de su tradición y riqueza, una parte importante de la cultura de nuestro país”
A través de ella, reiteró, Oaxaca es una tierra pródiga, que tiene identidad y orgullo, dialoga con los mexicanos y con el mundo a través de su cultura. “No obstante que he disfrutado varias veces de esta fiesta, no deja de emocionarme la música, las danzas y tradiciones, por lo que invito a todos a venir a este Estado y sumarse a una festividad llena de alegría”, afirmó .
Turistas nacionales y extranjeros señalan que Oaxaca tiene todo para cautivar
La docente Ana María López Gutiérrez –proveniente de la ciudad de Monterrey-, señaló que lleva tres días en la capital oaxaqueña, donde ha disfrutado de la riqueza arqueológica de Monte Albán y Mitla, sin embargo la Guelaguetza es incomparable a otra festividad que ella haya visto.
Agregó, que continuará, en los siguientes días, disfrutando de toda la gastronomía, además de visitar la Feria Internacional del Mezcal y si es posible y el tiempo lo permite, conocer las playas de la Costa oaxaqueña, Huatulco y Puerto Escondido.
En tanto, Blanca Pedril – de Los Cabos, Baja California Sur- reconoció que Oaxaca tiene una calidez inigualable, “¡Qué manera de abrazar tiene Oaxaca¡ Muchos queremos que nos abrace”.
Reconoció que esta es su primera visita a la entidad, pero cuando ingresó al Auditorio Guelaguetza, sintió una profunda emoción y orgullo de ser mexicana.
“Ver a estos jóvenes interpretar sus danzas, tradiciones es la mejor manera de vivirlas, porque las vives con ellos, te conectas con esa espiritualidad que ellos emanan”. La visitante confesó que pretendía irse un mes a San Miguel de Allende, sin embargo, decidió quedarse en Oaxaca para conocerlo más.
Con orgullo los danzantes ofrecen su Guelaguetza
El integrante de la delegación de Putla de Guerrero, Óscar Jiménez Morales –quien interpretó el baile de Los Tiliches – expresó el orgullo que siente de compartir un “poco” de la riqueza folclórica que posee su comunidad.
Detalló que su vestimenta, que consiste en retazos de tela, una máscara y un gran sombrero de palma, se remonta a épocas pasadas, cuando las personas hacían retazos con su ropa vieja y la pegaban sobre una playera para salir disfrazados en el carnaval, de ahí, dijo el nombre de tiliches.
En tanto, Luis Olivo Carrasco, de 67 años de edad, señaló que la edad no ha sido un obstáculo para ser un digno representante de Santiago Juxtlahuaca, y de manera consecutiva por 18 años, presentarse en el Auditorio Guelaguetza para presentar la Danza de los Rubios.
Señaló que esta herencia la recibió de su tío y ahora a él le corresponde heredar a sus hijos el amor por su cultura, quienes en esta ocasión le acompañaron. Con amplio conocimiento compartió la historia de la danza que refleja las aventuras de los arreadores de ganado en la región Mixteca.
Calificó como un honor portar su vestimenta, cuyo diseño y hechura tiene un costo promedio de 40 mil pesos, ya que son pieles de venado y chivo. La vestimenta consiste en espuelas, chivarras, sombrero de ala ancha, capulina de piel de venado, mascadas, chicote y máscaras labradas por artesanos natos de Juxtlahuaca.
Fue así como tanto participantes, visitantes e invitados especiales, expusieran que en esta primera emisión Oaxaca muestra con orgullo, a México y el mundo su cultura, tradiciones y riqueza.