Día 18. Genaro, víctima de la seguridad nacional de EU
Indicador Político
CIUDAD DE MÉXICO, 11 de noviembre de 2016.- La evaluación de la derrota de Hillary Clinton contiene un dato revelador: a pesar de que se le invistió de una representación de género respecto al empoderamiento de una mujer en la Casa Blanca frente al discurso reiterativo de misoginia de Donald Trump, sólo el 54% de mujeres votaron por ella y una cifra alta –42%– por el republicano.
Este dato podría ayudar a explicar las razones por las que Hillary se negó a explotar su condición de mujer porque en el inconciente colectivo la femineidad está asociada a la debilidad de carácter. En el fondo, Hillary quiso ser la Lady Macbeth en la Casa Blanca debido al hecho de que el poder es masculino.
A lo largo de la construcción de su candidatura Hillary rechazó la imagen femenina, nunca apareció con vestido y siempre con pantalón como para reafirmar su característica de masculinidad política, al grado de que la versión de homosexualidad no se incorporó al debate; se trataba de la masculinidad en el poder.
El Macbeth de Shakespeare hizo notar el tema de la masculinidad de las brujas adivinadoras de su futuro –sin duda sois mujeres, / mas vuestra barba me impide pensar / que lo seáis– que al final fue endosada a su esposa, quien para reafirmar sus ambiciones de poder hizo resaltar la masculinidad a la hora de la toma de decisiones criminales drásticas.
El uso del pantalón, los gestos de firmeza, el énfasis en discursos que hablaban de la toma de decisiones “a las tres de la mañana”, la auto exaltación en toma de decisiones como el asesinato de Osama bin Laden o la crisis en Libia vendieron una mujer ajena a la femineidad que la población femenina quería exaltar.
El voto femenino estadunidense pareció entender las confusiones de imagen de Hillary y no compró el empoderamiento femenino de una mujer que asumía el poder como el poder masculinizado. Ahí se pudo haber localizado la desconexión de Hillary con la mayoría femenina; las acusaciones contra Trump por misoginia y abuso femenino se agotaron con la incorporación de la mediocre actriz Alicia Machado por las burlas de Trump a su exceso de peso.
La otra imagen que pareció ser contraproducente fue la de un Bill Clinton acarreado a la campaña con todo y su desprestigio por los abusos sexuales que Trump colocó en el debate de la campaña con la larga lista de mujeres que denunciaron casos de violación por el ex presidente. El debate sobre la condición de first gentleman cayó en la burla. Y las fotos presentando a Bill con rostro de sumisión no ayudaron a la imagen de campaña: más bien recordaron la queja de Lady Macbeth a su marido por débil y sumiso:
“Eres Glamis, y Cawdor, y serás / lo que te anuncian. Mas temo tu carácter: / está muy empapado de leche de bondad / para tomar los atajos. Tú quieres ser grande / y no te falta ambición, pero sí la maldad / que debe acompañarla. Quieres la gloria, / mas por la virtud; no quieres jugar sucio, / pero sí ganar mal.”
El destino final se Lady Macbeth fue el suicidio, pero –a diferencia de Julieta– fuera del escenario, luego de deambular como sonámbula por los pasillos del castillo. La despedida de Hillary en su discurso final al día siguiente de la derrota recordó a Lady Macbeth.
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Política para dummies: la política en las crisis es el arte se la realidad, no se las suposiciones.
Sólo para sus ojos:
• El exgobernador sonorense Guillermo Padrés puso en jaque a las autoridades al entregarse a la justicia. Y presionó a Javier Duarte de Ochoa para que haga lo mismo. El problema con Padrés podría caerse en tribunales por sus razones políticas.
• Como era obvio, muchos enredos en la estructura central del gobierno federal por lo que debe hacerse para establecer relaciones con el gobierno de Donald Truman. Parece que de parte de México estará lejos la Secretaría de Relaciones Exteriores.
• Uno de los temas más importantes estará en las relaciones de seguridad nacional por el activismo de las bandas criminales transnacionales. Los EE.UU. siempre han querido mandar partidas militares a México y ampliar la presencia de agentes de la DEA y del FBI.
• Problemas en el PRD por la imprudencia de algunos de sus senadores de vestir la camiseta de apoyo a Hillary Clinton. Y fue el mismo PRD que criticó duramente al presidente Peña Nieto por su encuentro en agosto con Trump en Los Pinos.
• Aunque quieran hacerlo, los ajustes al crecimiento económico no podrán endosarse a Trump, sino que forman parte de la caída en la disponibilidad de recursos y el repunte de la inflación.
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