Diferencias entre un estúpido y un idiota
● El ex candidato presidencial tendrá que limpiar al PAN de una directiva gris, anquilosada y protectora de corruptos. ¿Qué sigue, AMLO mandará a un Gulag a Krauze y a Aguilar Camín?
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de septiembre de 2020.- En la mañanera de este lunes escuchamos lo increíble, el sermón de paternalismo evangélico de Andrés Manuel López Obrador, con pretensiones de normar la vida de dos personajes que son blanco de sus odios viscerales: Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze.
Los dos escritores y pensadores tienen una capacidad intelectual muy superior a la de su detractor. Lo preocupante es que en boca del presidente de México, la “recomendación” para normar sus vidas y que se conformen con dar clases, a vivir de ese sueldo y el de sus columnas, es equivalente al confinarlos en un Gulag virtual.
Un Iósif Stalin en ciernes, pues.
La rabia de Andrés Manuel no tiene freno. Su hipersensibilidad a la crítica y la negación de la libertad de expresión en boca ajena lo están llevando por la ruta peligrosa del autoritarismo que pasa de la detracción a la persecución judicial.
A eso se enfrentará Ricardo Anaya Cortés y está consciente de ello. López Obrador logró levantar a varios frentes en su contra, es el artillero, el clarín y el comandante en jefe de su propia guerra.
Comenté en este espacio la involuntaria ayuda del presidente que aceleraría el regreso del ex candidato presidencial al meter mano negra con algunos consejeros del INE, ‘convencidos’ de último momento de negarle el registro a México Libre de Margarita Zavala.
Aunque no es definitivo hasta la última palabra del Tribunal Electoral, el golpe presidencial a Felipe Calderón Hinojosa oxigenó al grisáceo PAN de Marko Cortés Mendoza y a la vez alentó al ex candidato presidencial.
En la beca partidista y legislativa, tanto Marko como Jorge Romero Herrera y su cofradía capitalina conformada por Mauricio Tabe Echartea, Andrés Atayde Rubiolo, el lugarteniente del cártel inmobiliario de la CDMX Christian Von Roherich, y más personajes, estaban muy cómodos con el retiro de Anaya Cortés.
Esta burocracia se había asentado con las dádivas partidistas y legislativas, además de bailar al lucrativo son de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo, con el permiso de alguno que otro berrinche para mantener la careta opositora.
Con estos acuerdos, la fiscalía de Ernestina Godoy nunca molestó a Christian ni a su jefe. En esta trama el alcalde de Benito Juárez Santiago Taboada Cortina opera como tapadera de sus predecesores a pesar del cochinero administrativo y las denuncias de corrupción en la demarcación panista.
Por supuesto todos van por la reelección.
Sería una locura el regreso de Ricardo con la formación albiazul capitalina de gran tufo a corrupción, cuando precisamente esta fue la bandera que desbocó el hartazgo popular y relegó a Acción Nacional muy por debajo del triunfo de Morena y de López Obrador.
Además tendrá que revisar los acuerdos de supervivencia de Cortés Mendoza con los gobernadores panistas de la Alianza Federalista. Este puede ser el gran obstáculo para el queretano.
Indudablemente ahí se cocina una alianza donde al menos dos figuras se ven con muchos ánimos presidenciales: Javier Corral Jurado que ha resultado un garbanzo de a miligramo, y Enrique Alfaro de Movimiento Ciudadano con buenas calificaciones jaliscienses y el buen cálculo en una probable alianza.
Para conservar las formas, el presidente del PAN escribió en twitter: “Como te lo dije hace más de un año, todos los liderazgos de @AccionNacional son indispensables, más aún tu que fuiste candidato presidencial”.
La redacción traicionó a Marko. Entre líneas lo cataloga como un liderazgo más, y hasta el momento no se ve ningún ánimo institucional para organizar el retorno con un acto republicano, de esos de los mejores tiempos de Acción Nacional, a nueve meses de la elección intermedia que necesita una timón de apoyo para los candidatos a las 15 gubernaturas, la Cámara de Diputados, alcaldías y congresos locales que hacen un total de más de tres mil posiciones.
Ricardo regresa a un campo minado donde el presidente hará todo lo que esté a su alcance para aplastarlo. Está consciente según su video mensaje, pero este es el peor momento de Andrés Manuel, que envenenado por los odios dispara en redondo.
A ver a dónde nos lleva esto.