Historia de una hacienda africana
CIUDAD DE MÉXICO, 7 de octubre de 2020.- El acto de magia en el Congreso se llama: desaparecer fideicomisos y aparecer a Andrés Manuel López Obrador en las boletas electorales el 6 de junio del 2021, el día de la elección.
Habrá quien diga: ¡es inconstitucional por la disposición del artículo 35! no importa, también la solicitud de consulta del presidente era inconstitucional y 6 ministros colaboracionistas de la Suprema Corte de Justicia, alineados por Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, la aprobaron con el malabarismo de replantear la pregunta.
En los hechos el Poder Ejecutivo sometió al Judicial.
En este escenario aparece el intento servilista de Ricardo Monreal Ávila para llevar la consulta al día electoral, bajo el argumento del gasto excesivo, algo así como 8 mil millones de pesos.
Esto es, el gasto exorbitante es argumento, pero no las burlas de la consulta, como que no es vinculatoria y que los ex presidentes juzgados tienen el perdón a priori de Andrés Manuel.
Para cualquier racionalidad, los absurdos de la consulta serían suficientes para descartarla. NO para Monreal, NO para la Suprema Corte.
Sin embargo, el juego de Morena se llama ganar de todas todas en el 2021 para perpetuarse en el 2024. En este caso Morena quiere asegurarse, sobre todo después de la sorpresiva protesta masiva del sábado en el Zócalo.
Peor aún, para aquellos opositores a la Cuarta Transformación, a los que les da urticaria el radicalismo y los modos de Gilberto Lozano de FRENAAA, el 20 de octubre un nuevo frente presentarán una estructura llamada “Sí Por México”, encabezada por Gustavo de Hoyos Walther y Claudio X. González.
El 26 de julio publique en este espacio con el título: “Arman trabuco Claudio X. González y Gustavo de Hoyos como primera línea opositora a AMLO y la 4T” donde señalé: “Me comentan que dentro de los planes de cerrar filas en un dreamteam opositor musculoso queda fuera Gilberto Lozano González, el empresario regiomontano, ex director de FEMSA y cabeza del movimiento Frente Nacional Anti-AMLO (FRENAAA), catalogado como de ultraderecha, quien ha demostrado capacidad organizativa en movilizaciones de automóviles en más de 50 ciudades, las más importantes del país, pero al que consideran altamente tóxico” (columna: https://rb.gy/euwpe8).
Se trata de un movimiento más propositivo que combativo contra el gobierno obradorista. No exigen -y no les importa- que el tabasqueño siga durante el periodo para el que fue electo, pero se ve claramente que es una alternativa muy diferente al Frente Nacional Anti AMLO.
Las cabezas más visibles del movimiento son: “Alternativa por México” de Coparmex un par de ONG´s de X. González, Artes por la Democracia, Chalecos México de Alejandra Morán, Civilitas, Futuro 21, Misión Rescate México, Recuperemos México, Une México y más.
Sin lugar a dudas la manifestación del sábado sacudió a tirios y troyanos, ya que en la siguiente mañanera Andrés Manuel tuvo que sacar una encuesta para demostrar que aún lo siguen amando sus fieles, además de que congregó a empresarios paleros en Palacio Nacional para armar un show ridículo de supuesta inversión en infraestructura que incrementará el PIB en un 25%.
Y aun cuando es evidente que la gestación de “Sí Por México” no es una reacción a la protesta del sábado, sino un trabajo de meses, el río de gente en el Zócalo posiblemente aceleró la puesta en marcha del movimiento que obligatoriamente se enmarca en el calendario electoral.
Aún es difícil determinar en qué parte de la tormenta estamos. Seguramente a #SíPorMéxico le seguirán otros frentes, es la dinámica en la evolución de la oposición frente a gobiernos autoritarios, tal como ocurrió en Bolivia y provocó la salida de Evo Morales Ayma, rescatado por López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubón en una operación de la Fuerza Aérea Mexicana en varios países con recursos de la hacienda pública.
Al parecer la indignación contra López Obrador ya empieza a tocar las terminales nerviosas de una buena parte de la sociedad. A este paso se podría alcanzar la mayoría en poco tiempo.
Una de las razones es sencilla: no hay forma de éxito en un gobierno que se ha dedicado a saquear recursos de programas, fideicomisos, fondos de trabajadores y más, con el propósito de fortalecer sus programas electoreros.
Estamos reeditando la historia, todas las inquisiciones se hicieron en nombre del Bien, y siempre se esgrime una buena causa para perseguir a los que piensan distinto. Pero ahora los que piensan distinto a la 4T se perfilan como una gran mayoría, y no será fácil para la autocracia llevarlos a la hoguera.