
Las pugnas arancelarias y el efecto Trump
18 de julio, 2016.- Los jóvenes que no sean aceptados en universidades públicas pueden convertirse en delincuentes, integrarse a una pandilla o volverse “ninis”, incluso un día podemos ser asaltados por uno de ellos.
Fueron las alentadoras palabras de consuelo del Arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero.
Prácticamente en todas las universidades públicas del país se están llevando a cabo procesos para la admisión de nuevos alumnos a nivel de bachillerato y licenciatura y, como es del dominio público, cada vez crece la insuficiencia de lugares y por tanto aumenta la cantidad de jóvenes que se queda sin la oportunidad de estudiar.
Y en este caso, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí no es la excepción; este fin de semana se dieron a conocer los resultados del examen de admisión y cientos de jóvenes quedaron fuera.
Al respecto, el Arzobispo potosino expuso los riesgos de la falta de oportunidades de estudio: “muchos de nuestros jóvenes serán presa de otra situaciones que después podemos lamentar todos como sociedad en general y como ciudadanos en lo particular, pues algún día podemos ser asaltados por uno de estos jóvenes que no tuvieron oportunidad para estudiar”. Dios bendito.
A estas consoladoras palabras se sumaron las del presidente de la Federación Universitaria Potosina, Guillermo Rivera Morales, quien como si fuese un padre más que un actor operativo en el ámbito educativo, dio un consejo a los chicos rechazados: “No hay que caer en depresión, ni tomar conductas negativas”. Así, los muchachos que no fueron admitidos en la UASLP, bien rechazados pero bien alentados por autoridades educativas y religiosas.
El texto original se publicó en Quadratín Debate