Economía en sentido contrario: Banamex
Los opositores a López Obrador son menores en comparación a los seguidores del presidente de México
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de enero de 2019.- Tras 50 días como presidente de México y una larga transición desde su avasallador triunfo en las urnas, a la fecha es imparable la narrativa de Andrés Manuel López Obrador, incluso hay mediciones de la opinión pública en la que refleja un repunte en la aceptación del ciudadano, aun con sus tropiezos, errores presupuestales, hasta la decisión que pudiera ser su lastre en lo futuro por cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
Con todo ello, sigue con un fuerte respaldo popular.
Ciertamente, con la narrativa empleada por Andrés Manuel ya en calidad de presidente de
México, ha provocado que la opinión pública se polarice más entre los que están a su favor
versus los que están en contra. Sin embargo, los opositores a López Obrador son menores en comparación a los seguidores del presidente de México, quienes lo defienden a capa y
espada, en lo corto –face to face-, como en lo público incluyendo las redes sociales.
Tal como lo referí en este mismo espacio la semana pasada, en mis Apuntes Errar en la crisis del desabasto, la forma que Andrés Manuel magistralmente incide en la opinión pública es un modelo personal e intransferible, por lo que no es replicable con otro gobernante o político.
Ahí está el punto crítico para el resto de los actores políticos del país, incluyendo a los mismos simpatizantes del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), ni que decir de los –todavía- descoordinados del Partido Acción Nacional (PAN), o los rotundos perdidos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
¿Qué hacer ante una comunicación política tan poderosa como la de López Obrador?
1. Adecuar a las realidades locales (MORENA) Andrés Manuel estará de facto en las boletas electorales de este año, en seis entidades del país, lugares donde los simpatizantes y aspirantes a un puesto de elección popular deben adecuar la narrativa de López Obrador a su realidad local, pero sobretodo tropicalizar su forma de ser, desde bajarse de las suburbans blancas, hasta comer en cualquier taquería sin fotos o equipos de comunicación digital.
2. Bajar una clara estrategia de comunicación (PAN) Capitalizarse como el único partido que puede hacer un verdadero frente opositor a MORENA, en ello, diseñar y bajar una clara estrategia de comunicación política para homologar la narrativa desde las seccionales hasta la cúpula. Esto significa dejar de lado la ocupación que los tiene la escisión interna en la que están metidos.
3. Definir que son (PRI) La dichosa institucionalidad priista que tanto los caracterizaba, hoy los tiene más que confundidos, los tiene totalmente perdidos ¿Son aliados de MORENA o contrarios? En Tamaulipas sacan una campaña No se raja pero los comités municipales están vacíos, realidad que se repite en los otros estados que irán a las urnas en este año. Primero tendrán que definir que son, para después diseñar una estrategia de comunicación política.
Andrés Manuel no sabrá hablar inglés, pero muy bien sabe traducir el humor social ¿Cuándo aprenderán el resto de los políticos?
¿Usted qué opina?
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