Economía en sentido contrario: Banamex
Signos y Señales
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de septiembre de 2016.- Retomando nuestros temas, no podemos dejar de analizar el papel del municipio en el desarrollo del país. Tenemos 2,445 municipios, distribuidos fundamentalmente en el sur del país, solo la zona Fiscal 7, compuesta por Oaxaca, Chiapas, Puebla y Veracruz tiene casi la mitad y sumándole Guerrero y Michoacán se rebasa esa cifra, en solo seis estados, un 20 por ciento.
Recordemos que realmente el territorio nacional es municipal, de acuerdo a las leyes se agrupan en estados y estos en el gobierno federal, pero el territorio es municipal. A nivel institucional se han dado avances importantes, recordemos como desde la Secretaría de Gobernación se crea una instancia administrativa que complementa la reformas al artículo 115 constitucional, que da rango de Orden de Gobierno al municipio, donde se le otorga la facultad exclusiva de cobrar el impuesto predial.
Pero claro que la mayoría no estaba preparado, ni económica ni técnicamente, menos políticamente para afrontar solos esa responsabilidad. Se han hecho esfuerzos para ayudarlos a incrementar su eficacia recaudatoria en este impuesto, que aunque parece sencilla su administración, es complicada dada una serie de variables para determinar su base y para crear la conciencia social para cumplir con esa responsabilidad. Las críticas a los resultados recaudatorios del predial han sido abundantes y repetitivas, descubriéndose de vez en vez, que recaudamos muy poco en relación a su potencial recaudatorio, sin dejar de tener presente las asimetrías en los niveles de desarrollo.
Siempre ha estado adelante por mucho el antes Distrito Federal, así como algunas entidades federativas entre las que destacan Estado de México, Nuevo León, Chihuahua, Baja California y a nivel
municipal, Zapopan, Garza García o Solidaridad.
Cuando se modifica en 1990 la fórmula de distribución de participaciones del Fondo de Fomento Municipal, se introducen incentivas para mejorar la recaudación del impuesto, que por ejemplo primero en Oaxaca y después en Tabasco, tuvo incrementos del mil y 400 por ciento respectivamente al inicio de la última década del siglo 20, sin embargo el esfuerzo fue coyuntural o digamos ‘sexenal’ y después han retomado los bajos niveles recaudatorios que les ha caracterizado a estos estados. Hoy por ejemplo la Ciudad de México recauda por encima de lo programado, más del 33 por ciento nacional, pero otros se van quedando. Al desaparecer en 2008 los estímulos al esfuerzo recaudatorio en la formula federal, aunque se mantuvo en algunos estados, para los municipios es más fácil gestionar recursos que cobrar.
Hoy depende este orden de gobierno un poco más del 65 por ciento de las transferencias federales, condicionadas y no condicionadas, sin embargo la recaudación de su principal impuesto se mantiene estancada: valga repetir, Chile 0.6 por ciento del PIB, Colombia 0.5, Argentina O.4 por ciento y nosotros 0.2 por ciento, que restando lo que se recauda en la Ciudad de México, es un poco más del 0.1 por ciento, demasiado bajo.
El catastro juega un papel fundamental, pero aún se mantiene en poder de los estados, y aunque no nos guste, esa es la forma de poderlo modernizar; claro hay municipios que tiene su catastro, pero no pueden hacerlo sin estar coordinados con los gobiernos estatales y coordinación no significa forzosamente subordinación.
Lo importante es destacar que no puede haber desarrollo, sin el avance del municipio y sin una buena coordinación con los estados y el Gobierno Federal, además de que sus finanzas están en el eje del desarrollo.