Economía en sentido contrario: Banamex
La X en la frente
El lunes pasado fui invitado por la diputada Gaby Pérez al Congreso del Estado a un encuentro muy especial.
Niñas, niños y jóvenes de diferentes regiones de Oaxaca se dieron cita en la máxima tribuna del estado para la reunión de cabildos infantiles y juveniles.
Presidentes municipales, síndicos y regidores infantiles y juveniles llegaron a la cámara de diputados para hacer uso de la tribuna en presencia de diputadas, diputados, presidentes municipales, representantes de los poderes ejecutivo y judicial, y medios de comunicación.
Podría parecer una reunión anecdótica y para tener un buen recuerdo qué presumir en fotografías.
Pero niñas, niños y jóvenes hablaron fuerte y claro sobre aquello que les preocupa y contra aquello con lo que no están de acuerdo.
Pidieron intercambios escolares entre alumnos de diferentes regiones para compartir experiencias, demandaron mayor y mejor atención a la salud de niñas, niños y adolescentes, exigieron que se les tomará en cuenta como gestores en beneficio de sus comunidades, pidieron transporte escolar sin costo e Internet gratuito en todas las regiones del estado.
Las niñas y los niños de hoy viven una realidad diferente a la que vivimos nosotros.
Ese es un buen parámetro para saber que, no obstante, hay mucho por hacer, hemos avanzado como sociedad en el tratamiento de nuestras infancias como personas.
Hoy, más que antes, se les respeta en su integridad física y emocional.
Hoy mamás, niñas y más niños están conscientes de que tienen derechos y los conocen.
Hoy saben que esos derechos deben ser respetados y hoy se expresan más libremente que antes.
Queda mucho por hacer y mientras siga existiendo explotación infantil, abuso sexual, violencia física y emocional contra ellos dentro y fuera de la familia, deudores alimentarios sin voluntad de cumplir y niñas y niños mal alimentados, sin escuela y sin clínicas y medicinas, no podremos estar conformes ni satisfechos.
Oaxaca es un estado que en su diversidad y dispersión engendra grandes desafíos, pero vamos por el camino correcto.
Que nos baste con entender bien y decirle a nuestros hijos que las infancias son lo más valioso que tenemos porque en ellas está la semilla del buen ciudadano: justo, libre, honesto, tolerante y respetuoso.
El México del mañana depende de ellos, y por eso depende también de cómo nosotros los cuidemos, los protejamos y los guiemos hoy.
Antes que, de leyes, democracia, instituciones y economía, México es un país de personas que lo construyen a diario.
Y nada es más importante, más valioso y más sagrado que las niñas y los niños.
Sigmund Freud lo advirtió cuando dijo que infancia es destino.
*Magistrado Presidente de la Sala Constitucional Y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca.