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CIUDAD DE MÉXICO, 1 de diciembre de 2018.- Así como es juarista y cardenista, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que también es maderista y por tanto partidario del sufragio efectivo y de la no reelección.
El primer Presidente de izquierda en la historia de México asumió el claro compromiso de que no se reelegirá y se someterá a la revocación de mandato porque desea que el pueblo siempre tenga las riendas del poder en sus manos.
“Trabajaré 16 horas diarias para dejar en seis años muy avanzada la obra de transformación; haré cuanto pueda para obstaculizar las regresiones”, afirmó en su primer discurso como titular del Ejecutivo Federal.
En Sesión del Congreso General y ante invitados especiales como gobernadores y jefes de Estado de varios países, López Obrador señaló que trabajará rápido para hacer los cambios políticos y sociales, con el propósito de que en el futuro a sus adversarios les cueste trabajo dar marcha atrás a lo que se logre avanzar con la transformación.
En su política de principios, el Primer Mandatario justificó su plan de Austeridad Republicana al que se comprometió, el cual dijo que no significa un mero conjunto de ajustes en el gasto productivo y social del presupuesto.