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OAXACA, Oax., 28 de julio de 2017.- Un magno concierto de música antigua para órgano, voz y guitarra, acompañados con el monumental órgano tubular del siglo 18, ofrecerán este domingo 30 de julio en el templo de San Jerónimo Tlacochahuaya, en punto de las 12:00 horas.
Los asistentes podrán deleitarse con un programa ecléctico, interpretado por los organistas Cecilia Winter y Joel Vásquez, además de los becarios del Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca (IOHIO), donde sobresale el talento de los instrumentistas: Isaí Guzmán, Jesús González, Javier Mendoza y Noé Juárez se informa en un comunicado.
El recital será enriquecido con el acompañamiento de reconocidos ejecutantes, como el guitarrista Alberto Revilla, la voz del barítono Felipe Espinosa y el maestro percusionista Valentín Hernández.
En entrevista, la maestra Cecilia Winter, directora del IOHIO, mencionó que este tipo de conciertos acercan a los oaxaqueños a conocer el pasado glorioso que tuvo Oaxaca al poseer y fabricar muchos de estos tesoros musicales, mismos que atraen constantemente las miradas de organistas y organeros de talla internacional, que visitan el estado para conocer estos legendarios instrumentos.
“Organizar estos conciertos y preservar estos instrumentos oaxaqueños es un compromiso que asumí desde hace más de 15 años, el trabajo ha sido arduo, pero hemos encontrado en el camino diferentes alianzas que han contribuido a preservar este legado cultural de Oaxaca. Actualmente seguimos buscando más aliados que contribuyan a este esfuerzo, que hemos sacado adelante con un gran equipo de trabajo”.
-La belleza del sonido
Aunque no se sabe la fecha exacta de la construcción del hermoso órgano del templo de San Jerónimo Tlacochahuaya, se supone que fue construido alrededor de 1725-30, porque comparte características en su diseño musical, su decoración y la construcción de su caja con los órganos de San Dionisio Ocotepec (1721), Santiago Tlazoyaltepec (1724), San Andrés Zautla (1726), Santa María de la Natividad Tamazulapan y San Pedro Quiatoni (1729).
Según datos proporcionados por el IOHIO, este órgano fue modificado en el año 1735, fecha cincelada en el tubo más grande de una nueva hilera de tubos (bardón) instalada después de la construcción original.
Durante esa intervención se dieron otras modificaciones: los tiradores para controlar los registros fueron cambiados de dos lados del órgano a la fachada; la caja fue pintada con ángeles y músicos y diseños florales policromados para combinar con la decoración interior de la iglesia, y el órgano fue traslado desde abajo de la iglesia al nuevo coro alto.
Durante la Revolución muchas iglesias a lo largo de México fueron convertidas en cuarteles militares e innumerables órganos perdieron sus tubos, ya que los soldados alojados en los templos los fundieron para hacer balas.
Después de muchos años de abandono, el órgano fue restaurado en 1991, gracias a la iniciativa de la Fundación Pichiquequiti por la organera Susan Tattershall con la ayuda de José Luis Falcón; la pintura de la caja fue restaurada por Mireya Olvera.
Desde el año 2000 los proyectos de mantenimiento y preparación han sido organizados y realizados por el Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca A.C.
El concierto de inauguración se llevó a cabo en 1994 por el organista francés Dominique Ferran y desde entonces este maravilloso instrumento se escucha con más frecuencia en conciertos y ceremonias religiosas.