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OAXACA, Oax., 23 de diciembre de 2017.- El antiguo convento de Santo Domingo de Guzmán, en la ciudad de Oaxaca, considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, permanece invadido desde hace algunos meses por decenas de puestos ambulantes que expenden artesanías diversas, muchas de ellas ni siquiera del estado.
El problema se agudizó ante la llegada de más vendedores en la zona, que ocupan gran parte de la calle Gurrión y una pequeña plazuela de calles empedradas de cantera.
La vía peatonal, del lado derecho de Templo de Santo Domingo, se conecta con el Corredor Turístico Macedonio Alcalá, y es empleada como escenario de algunas fiestas populares y presentaciones.
Desde el viernes, autoridades municipales intentaron retirar los puestos ahí ubicados, entre quienes se encuentran personas de origen triqui que bajo el amparo de sus líderes han invadido la ciudad.
La mayoría de los ambulantes no cuentan con los permisos correspondientes para utilizar la vía pública con esos fines.
La mañana de este sábado, entre gritos, empujones y algunos golpes, los vendedores intentaron nuevamente instalarse y se enfrentaron con los policías.
Dos grupos se disputan los espacios, uno encabezado por Carmela Luján Corres y otro por el Frente 14 de junio; ambos constantemente pelean y tienen prácticamente ‘secuestrada’ la ciudad con sus puestos.
Solapados por la autoridad municipal, que ha permitido el abuso de este espacio con artesanías que no son incluso de Oaxaca, el ambulantaje se extiende en la ciudad como un cáncer.
A pesar de los intentos de las autoridades, el Andador Turístico de Oaxaca, maltratado en sus calles y banquetas, basura y con expendedores callejeros, ofrece a los turistas una imagen de mercado.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el nivel de informalidad laboral en Oaxaca supera el promedio nacional. Mientras que para el país es de 51.8 por ciento, en Oaxaca alcanza el 73.6 por ciento.