Día 23. Por oportunismo, crisis en Ciencias Políticas de la UNAM
CIUDAD DE MÉXICO, 9 de diciembre de 2020.- No faltaría mucho tiempo –quizá antes de la toma de posesión de Joe Biden–, para que el gobierno de Estados Unidos retire los cargos que mantienen en prisión a Genaro García Luna, el ex secretario de Seguridad Pública del gobierno de Felipe Calderón.
Según fuentes castrenses mexicanas, la eventual liberación de García Luna –detenido en Estados Unidos hace justo un año, el 10 de diciembre de 2019–, obedece a las mismas razones que obligaron a la liberación del general Salvador Cienfuegos.
¿Y cuales son esas razones?
Que en los dos casos –de García Luna y del general Cienfuegos–, la detención por parte del gobierno de Estados Unidos fue producto de un acuerdo político –de beneficio mutuo–, entre los presidentes Trump y Obrador.
Por eso, una vez derrotado el aún presidente norteamericano, en su intento de reelección, desapareció la utilidad del acuerdo político con el presidente mexicano.
Por esa razón, el tema se convirtió en una “papa caliente” para la nueva administración norteamericana –para el gobierno de Biden–, sobre todo porque resultaba imposible mantener los supuestos cargos imputados a los dos ex secretarios de los gobiernos de Calderón y Peña.
A su vez, ante la eventual liberación de García Luna, el gobierno de México hace intentos por conseguir su extradición, para juzgarlo en México por presuntos delitos cometidos en suelo norteamericano, lo cual confirma lo que siempre dijimos aquí; que García Luna sólo era el instrumento del presiente López para perseguir a Felipe Calderón.
Pero hay más. Según las mismas fuentes castrenses, ante la eventualidad de que García Luna resulte liberado en Estados Unidos, distintos medios y periodistas afines al gobierno de Obrador iniciaron una nueva campaña de difamación y calumnias contra García Luna y contra el ex presidente panista.
Peor aún, es mucho mayor el enojo de Obrador contra Calderón, una vez que se abrió la posibilidad de que el PAN y México Libre –la Organización política de Margarita Zavala y su esposo–, sumen fuerzas en una alianza opositora con el PRI y el PRD, para arrebatarle la mayoria al partido oficial, Morena, en San Lázaro.
Lo simpático del tema es que de nueva cuenta el tiempo le dió la razón al Itinerario Político. Y es que, desde la detención, tanto de García Luna como del general Salvador Cienfuegos, aquí dijimos que se trataba de una maniobra políticas, de alta rentabilidad. pactadas entre los presidentes Trump y Obrador y que el beneficio resultaría mutuo.
Dijimos que detener y llevar a juicio a García Luna era una estratagema que pretendía obligar al ex colaborador de Calderón a denunciar al expresidente panista y que, con ello, López Obrador podría llevar a cabo su venganza contra Felipe Calderón.
El mismo esquema se buscó con la detención del general Salvador Cienfuegos, a quien se intentó empujar al extremo de delatar al expresidente Peña Nieto. En los dos casos la colaboración del gobierno de Trump fue absoluta, a cambio de una grosera sumisión del presidente mexicano, quien apostó por la reelección de su amigo Trump.
Más aún, en el Itinerario Político del 9 de noviembre del 2020, titulado “Gana Biden y Pierde AMLO”, dijimos que en las elecciones presidenciales de Estados Unidos no solo resulto derrotado el mandatario de aquel país, sino el mexicano López Obrador, quien además de hacer campaña a favor de su amigo Trump, “le entregó dos alfiles” –García Luna y Cienfuegos–, para que los votantes republicanos pudieran confirmar que México es un país de corruptos.
Así lo dijimos: “En pocas palabras queda claro que el triunfo de Biden acabó con la viabilidad populista de López Obrador y con sus afanes reeleccionsitas. Y en esa lógica, es muy probable que en Estados Unidos den marcha atrás a las “descocadas” persecusiones a modo, emprendidas contra Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Publica y el general Salvador Cienfuegos, ex titular de la Sedena”.
Tuvimos razón. El 18 de noviembre del 2020 el gobiero norteamericano retiró los cargos contra el general Salvador Cienfuegos y lo dejó en libertad, en la línea fronteriza entre México y Estados Unidos.
De esa manera, el gobierno de López Obrador no pudo montar su venganza contra Enrique Peña Nieto, a través de uno de los leales del expresidente.
Hoy, son muchos los indicios de que Genaro García Luna también sería liberado y que el gobierno de Biden empezaría a cobrar las facturas pendientes al mexicano López Obrador.
Al tiempo.