Economía en sentido contrario: Banamex
Dice López Obrador que los ciudadanos pobres –de Tlahuac e Iztapalapa–, entendieron que el derrumbe de la Línea 12 del Metro fue un accidente y que –a pesar de la tragedia–, votaron por su partido, Morena.
Está claro que, una vez más, Obrador miente.
¿Por qué?
Porque también en Tláhuac e Iztapalapa –igual que en todo el corredor del Pacifico–, las bandas del crimen organizado hicieron posible la victoria de los candidatos de Morena.
Incluso en Tláhuac e Iztapalapa se moteja a Morena como “el mayor cártel criminal” en México
¿Lo dudan? Aquí las pruebas.
Primero vale recordar que cuando Obrador fue jefe de gobierno del entonces Distrito Federal –cargo al que llegó de manera ilegal y gracias al trabajo político de Rosario Robles–, conoció a la perfección el “modus operandi” de las mafias criminales de la capital del país.
Sobre todo, entendió que Iztapalapa y Tláhuac no sólo eran los más importantes bastiones de votos para el PRD, sino que, en especial, eran los más cotizados territorios del crimen organizado y de las bandas del narcotráfico que operaban en la capital.
Pero vamos paso a paso.
Como saben, Obrador llegó a la jefatura de gobierno del DF en el año 2000, cuando también llegó a Iztapalapa, como delegado, uno de los fundadores del PRD, René Arce, exguerrillero y político de la llamada izquierda.
Pero muy pronto –casi al inicio de sus gobiernos–, tanto Obrador como Arce entraron en colisión.
¿Por qué?
Poca cosa, porque a las pocas semanas de estar al frente del gobierno de Iztapalapa –una demarcación altamente codiciada por su elevado potencial en votos–, René Arce descubrió el peligro latente que significaban las bandas criminales asentadas en esa región del DF, en especial en Iztapalapa y Tláhuac.
Por eso, en la primera oportunidad le informó del grave problema al entonces jefe de gobierno, López Obredor, quien con su respuesta dejo frío al delegado René Arce.
Sí, López le dijo al delegado de Iztapalapa que no hiciera nada contra las bandas criminales, y que mejor “dejara hacer y dejara pasar”.
Pero René Arce no aceptó y acudió con el entonces presidente Fox, a quien le pidió que movilizara al Ejército para combatir a los criminales que desde entonces se habían apoderado de Iztapalapa y Tlahuac, entre otras demarcaciones del DF.
Al final, en medio del enojo de Obrador, el presidente Fox movilizó al Ejército a Iztapalapa y por meses contuvo el problema. Sin embargo, años después, los nuevos jefes delegaciones siguieron el consejo de AMLO; “dejar hacer y dejar pasar”.
Desde entonces Iztapalapa y Tláhuac son clave para AMLO; desde entones en Iztapalapa López Obrador inventó botargas como “juanito” y desde entonces sabe que el crimen organizado es un aliado clave para cualquier gobierno que requiera apoyo.
Y a la vuelta de los años, ya con Obrador como presidente, en el escenario reaparecieron Tláhuac e Iztapalapa, ahora como victorias fortuitas para el partido de López, Morena.
Pero lo que pocos saben es que en Tláhuac e Iztapalapa ya no sólo operan “narquitos”, sino que el Cártel de Tláhuac –que se tragó a Iztapalapa–, es el tercero en importancia del país –luego del cártel de Sinaloa o del Pácifico y del CJNG–, y que el de Tláhuac fue el Cártel responsable de movilizar a los votantes a favor de Morena el pasado domingo.
Y es que a pesar de que Obrador dijo que “quienes no usan el Metro votaron contra Morena en Tláhuac”, lo cierto es que tampoco votaron por Morena aquellos que sí usan el Metro.
¿Y entonces qué pasó?
Poca cosa, que en Tláhuac e Iztapalapa intervino el crimen organizado a favor de sus aliados, el partido Morena.
En efecto, desde hace una semana, en unidades habitacionales de Tláhuac el rumor creció sin freno: “si el domingo sales a votar tiene que ser por Morena”, se corría de boca en boca.
Además, jóvenes en motonetas pegaban pancartas de “la candidata” y aseguraban a todos que “les convenía” votar por Morena.
Incluso, la víspera del 6 de junio, grupos del Frente Popular Francisco Villa –cuya relación con el Cártel de Tláhuac ha sido ampliamente documentada–, organizaron el voto masivo por Morena e invitaron a vecinos de cientos de colonias populares de Tláhuac e Iztapalapa.
El día de la elección, las agrupaciones de mototaxis –la mayoría de ellos halcones del crimen organizado-, además de tianguistas y vendedores ambulantes, salieron a la calle con la consigna de “apoyar al partido que nos deja trabajar”.
¿Pero de dónde vino la organización? Sí, del Cártel de Tláhuac.
¿Y por qué la certeza?
Elemental: porque Berenice Hernández, candidata ganadora en Tláhuac y quien quedará al frente de la alcaldía, era operadora de Rigoberto Salgado, el exalcalde vinculado directamente con Felipe Pérez Luna, alias “El Ojos” fundador del grupo criminal denominado como Cártel de Tláhuac.
Pero hay más.
El gobierno de la alcaldía de Tláhuac en realidad esta bajo el control de Rigoberto Salgado, quien se escondió detrás del fuero como diputado al Congreso de CDMX, para no ser investigado por las autoridades capitalinas.
Sí, los hermanos Rigoberto y Ricardo Salgado, son líderes del poderoso negocio de mototaxistas de Tláhuac e Iztapalapa.
¿Pero qué creen?
Si, que AMLO es amigo de Rigoberto y Ricardo Salgado.
¿Lo dudan?
Resulta que, al inicio de 2018, cuando Rigoberto Salgado estaba por concluir su gestión como jefe delegacional de Tláhuac, el candidato presidencial Obrador defendió a Salgado en la plaza pública, después de que el pueblo lo abucheara en un mitin.
Así dijo lo dijo AMLO en aquella ocasión: “se los encargo mucho porque (Salgado) fue muy vilipendiado, golpeado, acosado”, dijo López.
Incluso, en esa ocasión pidió que votaran por Salgado para que fuera Diputado local y para que –con el fuero–, no lo pudieran investigar.
Peor aún, cuando Rigoberto Salgado ganó el gobierno de Tláhuac, López Obrador acudió a su campaña y le alzó la mano mostrando su apoyo, a pesar de que desde ese tiempo era señalado por sus nexos con el crimen organizado.
¿Quién ganó en Tláhuac e Iztapalapa?
¿Ganó Morena o ganó el narcotráfico?
Todos lo saben; Morena es el mayor cártel criminal en México.
Al tiempo.